Qué "iluso" fue al pensar
que en su vida vería vivir en paz y alegría a toda la humanidad cuando en su tierna edad le contaron que un día vino el "Hijo" de María queriendo al mundo salvar. Miren lo que consiguió después de tanto sufrir hasta que un día murió enseñándonos a vivir en un mundo con amor que a Él, lo crucificó. Creo que no aprovechamos sus divinas enseñanzas; y nos dejó de la mano para que a nuestras anchas viviéramos los humanos libres y con esperanzas. ¿Pero quién abre el bolsillo de los dos que tienes llenos para dárselo al "pobrecillo" mísero y que tiene menos?; creo que no es sencillo y que nunca lo veremos. Este mundo, es como es; y ya no tiene remedio, todo está del revés a merced de esos necios que no saben qué creer. Creo que al fin pagaremos por todos estos excesos; por vanidad y soberbios, porque así lo merecemos. P. Garrido. 31-08-2021
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La sombra de la amargura
te acecha en cada esquina de una "raya" de "heroína" que te viste de bravura con la fuerza de un "miura"; pero luego te domina y tu fuerza al fin termina contigo en pobre "criatura". Se te nublan las pupilas; y el blanco de tus ojos se tornan rojo "terror"; y por la nariz aspiras lo peor de los despojos de un mundo lleno de horror. Y te hace "dependiente" de tan oscuro poder difícil de abandonar que te lleva a la pendiente donde no puedes volver, sino dejarte llevar. Te caes a un precipicio sin fondo y sin salida todo lleno de horrores; donde no hay principio ni final de una vida toda llena de dolores. P. Garrido. 30-08-2021 Existe una leyenda
del "Zafra", que era pudiente; tenía una gran hacienda y sirviendo, mucha gente. Vivía en un "palacio" que había frente la "Alhambra" por donde pasa el río Darro en la ciudad de Granada. Celebraba muchas fiestas para los nobles de la ciudad; donde asistían compuestas damas de la alta sociedad. Entre sus hijos tenía una niña muy hermosa, rubia como el sol del día que parecía una "rosa". En el "Sacromonte" vivía una familia "gitana" que de la "danza" vivían con lo poco que ganaban. El "Zafra" para sus fiestas, a esta familia contrataba; bailaban casi por las dietas y la propina que les daba. Mientras, allí los gitanillos, entre los patios jugaban del "Zafra", con sus chiquillos mientras los padres bailaban. Y está niña tan "preciosa", guapa como hermosa flor; jugaba a ser la "esposa" con el gitanillos Antón. Cuando se hicieron mayores, con el paso de los años; les entró el mal de amores y los dos se enamoraron. Ya no podían pasar sin verse todos los días; y no hacían más que pensar en cómo se las arreglarían. Pero el "Zafra se enteró de aquel romance de amor; y a su hija le prohibió que se juntaran los dos. Cuando venía el anochecer, el "gitano" la rondaba; y solo se podían ver a través de una ventana. Pero aquel padre celoso, la ventana les "tapió"; y a su hija en un calabozo con llave la encerró; y aquel amor tan precioso la desgracia lo partió. La niña, murió de amores pálida como la cera; los gitanos sembraron flores por el "Darro" en su ribera. El gitano también murió encerrado en su cueva; el pobre no consiguió superar aquella pena. Y en la Iglesia de San Pedro se celebró el "sepelio"; todos iban en silencio, todos vestidos de negro. Y cuando el "cura" al final repartió su bendición; la madre rompió a llorar y le echó una "maldición". Permita Dios cuando mueras, que las aguas te "secuestren"; y te lleven a las "afueras" donde jamás te encuentren. El "Zafra" bien preparado; y curándose en salud, mandó que de algo pesado le hicieran un buen "ataud". Y así con mucho aplomo, lo hicieron de esa manera; y forrado con buen plomo lo recubrieron de madera. El día de su "fallecimiento", le hicieron los "honores" en la Iglesia de San Pedro, solo con sus servidores y eran menos de un ciento, del "ataúd" portadores. Pero al terminar la "misa", se puso el firmamento que parecía tener prisa en soltar lo que llevaba dentro. Llovía de tal manera que el río Darro salió; el ataúd de plomo y madera, el agua se lo llevó; lo buscaron por las afueras, pero jamás se encontró. P. Garrido. 29-08-2021 A fuerza de caminar,
se desgastó el camino que me llevaba al destino de no poder regresar; y escuchaba al pasar las risas de los vecinos viendo el andar cansino que quería disimular. No les quería hacer caso por si alguno me ayudaba con la cruz de mi fracaso que me era tan pesada aminoramdo mi paso, pero nadie lo intentaba. Me vestí de entereza; y apretando los dientes, seguí con mi caminar; pero el camino de tierra vigilado por "serpientes", me hacía correr más. Había bocas traidoras que las piernas me mordían para que al suelo cayera; y lenguas "criticadoras" que de mí, cosas decían que no eran verdaderas. Yo, las decidí ignorar y seguí por mi camino hasta conseguir llegar al final de mi destino; allí, pienso esperar, al criticador "cretino" que aquí vendrá a parar. P. Garrido. 28-08-2021 El amor es como el viento,
lo mismo viene que va; te enamoras en un momento y al rato, no tienes "ná"; es como un monumento de humo en una "ventolá". Es como un globo inflado con agua que al explotar, es muy espectacular; pero una vez explotado, se queda todo mojado empapando aquél lugar; y al final, no queda "ná" cuando el agua ha secado. Es un potro desbocado que coge velocidad y no le daña el bocado; hasta que llega a una edad, donde queda sosegado; y no puede correr más. A veces te hace sufrir; y puede hacerte llorar con muchísimo dolor; el tiempo puede servir para hacértelo olvidar; así funciona el amor. P. Garrido. 27-08-2020. No es lo más importante
la belleza de la cara si tienes buen corazón; deberás tener presente que la bondad es muy cara y está en la "condición". A ésta, no se maquilla ni se puede ocultar ya que está en tus entrañas; tiene una forma sencilla y no se puede comprar ni buscarle formas extrañas. La bondad es una cosa que sale del corazón sin saber porqué razón; es la sensación hermosa de acariciar una rosa aspirando su olor y dársela con amor gratis a cualquier persona. No necesitas aprender porque la llevas contigo sin tener que maquillar. El tiempo te hará perder tu belleza como castigo pero la bondad, jamás. P. Garrido. 26-08-2021 El cuento de esta mañana
sucedió en un covarrón en lo hondo de un rincón de una cueva en la Alhanda; donde vivía con holganza con su familia un ratón, ya que de trigo un montón tenían en la solana. Todos los días temprano, el papá de los ratones subía a recoger los granos para hacer unos "tostones" que molía con las manos y llenaba los "tazones". Los ratoncitos comían todos los días cereales y de gordos relucían entre los demás "chavales" que en otras cuevas vivían. Pero no podía ser la felicidad completa; y para eso les pusieron, a la señora "Raquel"; una gata muy "coqueta" que sólo tenía que hacer que vigilar en la puerta por si allí podía haber ratones para comer; y después, echar la siesta. Cierto día fue a salir, un poquito despistado el ratón más chiquitín y por la gata fue atrapado. Empezó con él a jugar antes de hincarle el diente y cuando lo quiso hincar, lo vinieron a rescatar en una acción de valientes; y se fueron todos a armar con palillos de los dientes para poderle pinchar en sus partes más dolientes; la gata, empezó a chillar, pero enseñando sus dientes. Y aparecieron más gatos que rondaban por las Affas en busca de las legiones que a la gata atacaban; pero todos los ratones, al pequeñín rescataban huyendo como ciclones donde seguros estaban. Se juntó una "bandá" de gatos con unos pelos "engrifados" como "escarpias"; pero vino el "mandamás" que reinaba en todos ellos y los mandó a sus casas. Un "Martinico" que vio todo lo que sucedía en su cueva se escondió por si a él se lo comían; y a su "tarea" dedicó en la cueva que vivía; y todo lo "incordió", porque de noche movía todo lo que se encontró; y hasta los cuadros torcía. Jesús qué susto les dio cuando los vio a otro día. P. Garrido. 25-8-2021 Debajo del goterón
entre zarzas enredadas y por hojas camuflada tenía el ruiseñor su casita de amor donde la hembra engüeraba los huevos de su nidada con su cuerpo y su calor. El agua, por allí caía cantando a "vozarrones"; y el ruiseñor se creía que no eran esas lecciones muy buenas para sus crías que daban los "goterones". Cuando aquellos pajaritos empezaron a piar, se mudaron a otro sitio donde había mucha paz, subidos en un arbolito con vistas a la felicidad. Y el "papito" ruiseñor, allí, les daba lecciones a sus pequeños de canto estando el árbol en flor lejos de los "goterones" que les asustaban tanto. P. Garrido. 24-08-2021 Empezó poquito a poco
ahorrando para su imperio desde que era pequeño, casi cuando era un "coco" trabajando como un loco para conseguir su sueño de ser algún día el dueño de poseer su kiosco. No perdió ni un minuto en descansos ni placeres; no disfrutó de amores ni goces en este mundo; y solo de sus quehaceres, sin mirar a las mujeres se componía su mundo. Así se fueron pasando los días en sus agonías pensando en atesorar; día tras día trabajando mientras la vida seguía sin podérsele parar. Al final, en gran riqueza, se le acabaron los días que jamás pudo gozar. Lo enterraron en la tierra; y de todo lo que tenía, nada se pudo llevar. P. Garrido. 23-8-2021 Había un llavero viejo
guardado en la alacena; el colgante era un "pellejo" enganchado a una cadena. Sólo una "llave" tenía de hierro muy oxidada; que ni los más viejos sabían el tiempo que allí colgaba. Era una llave muy vieja que antes abría el corral; y dicen que tenía una pareja que abría una "Catedral". El llavero de la otra, tenía una señal que parecía una jota, pero que era un puñal. Y como era "moruno", estaba un poco encorvado, con una estrella en el puño; y un enigma grabado. Dice un abuelo que estaba escondida en un lugar, donde un Rey moro la usaba para su palacio señorial; y solo la encontraría un limpio de corazón; de bondad reconocida y educada conversación. A un chiquillo que hablaba lo justo para no pecar, se le quedó bien grabada la historia en su pensar. Y como era tan puro en el trato a los demás; no tenía nada oscuro que poderle reprochar. El tiempo siguió su curso y al chaval se le olvidó, la llave siguió sin uso; y en la "alacena" quedó. Pero un día llenando paja en el fondo del pajar, encontró enterrada una caja que le hizo recelar. Estaba atada a una cadena; que tenía una cerradura donde la llave de la alacena encajaba en la ranura. dentro había una llave idéntica a la otra; y en el puño la clave que parecía la "jota". Al juntarlas sucedió que relucía la luna; y una con la otra se fundió, uniéndose dos en una. Desde el ojo de la llave, salió un rayo de luz; qué apuntó dentro la nave una telaraña como un "tul". Apartó las telarañas; y vio junto a la pared una puerta muy extraña tan negra como la "pez". Tenía una cerradura donde la llave encajaba; y la abrió la criatura, madre, cómo "chirriaba". Al abrir quedó asustado por una luz que cegaba; allí había un moro sentado que así se explicaba. Soy la estirpe de un Califa, pero lo que nadie sabe; es que toda esta riqueza es para el dueño de la llave. Aquí en estos salones hay tesoros fabulosos; con diamantes a montones y unos trajes muy hermosos; pero son las condiciones, que sean para los generosos. Entonces desapareció el moro de allí sentado; y el chiquillo se quedó, solo como había entrado. Antes le dejó un anillo en su dedo enganchado; donde ponía un estribillo, por ser tan bueno y honrado. En verdad cualquier mortal, hubiese alucinado; allí había un total para comprar un reinado. Pero el Zagal acostumbrado a vivir en austeridad; se quedó allí pensando qué le convendría más. Pasó un rato pensando, y contando los tesoros; allí aparecía tanto, que se nublaban sus ojos. Pensó que no le iba mal antes con lo que tenía; le dio un tirón a la puerta y se le vino a olvidar que dejó la llave puesta. Aquello quedó cerrado y nadie lo pudo abrir; el secreto quedó guardado, y él, siguió siendo feliz. P. Garrido. 22-8-2021 Había un "picolero"
cavando en una cueva, e hizo un agujero por donde metió una cuerda. Como vio que se acababa y no daba con el fin; otra y otra le enganchaba hasta que se tuvo que ir. Aquella noche en la cama, ya dormirse no podía pensando en otra mañana, que más cuerda llevaría. Se levantó muy temprano antes que saliera el sol; no sabemos, entre manos qué se traía el señor. Se dirigió a la cueva donde se dejara el tajo cargando mucha más cuerda y un candil lleno "tiznajos". Cuando llegó se encontró la cuerda muy tirante que el día anterior se dejó enganchada al "cabrestante". Le añadió toda la cuerda; y aquello empezó a tirar metiéndose toda entera hasta que la pudo atar. Era el hoyo tan estrecho, que no se podía colar por lo ancho de su pecho y de espaldas, mucho más. Mira por donde pasó por la puerta un "Zagal"; y el "picolero" lo llamó para invitarlo a bajar. Le dijo, mira "muchacho"; si quieres por ahí entrar, te doy de torta un"cacho"; y de lo que haya, la mitad. Pero en sus malos instintos pensaba cuando se metiera, dejar al "Zagal" adentro y tapiar la madriguera. El niño dijo, primero, me como toda la torta; y luego después me cuelo a coger lo que te importa. El "picolero" aceptó; y además le dió tocino con un poquito de vino que llevaba para almuerzo. El niño se lo comió; y le entró como al "cochino" después de comer el "ciezo" y la siesta se dormía. El "picolero", mientras picaba y todo lo que podía aquella mina ensanchaba. De pronto a un picolazo, se resbaló el "picolero"; y se pegó un "porrascazo" cayendo por el agujero. Aquello, era interminable, no paraba de caer; y en su caída imparable, sabe Dios a dónde fue. El "Zagal" se despertó de su siesta placentera y de allí se marchó directo a la carretera y jugando, se olvidó. No es el cuento la "lechera" el que os quería contar; es otra persona cualquiera, la que he puesto en su lugar. Porque siempre la avaricia con su mente "criminal" en tu ego hace "pericias" y te lleva a mal final. Ya no vale el "penseque" de si lo hubiese hecho; solo te queda el "burreque", porque a lo hecho, pecho. Pensad que esa "avaricia" de querer llenar el "saco", te sacará una "pizca" de tus ansias de "bellaco". Así que ser "desprendidos" y compartir los juguetes que tengáis más queridos ; con los niños con "churretes" en otros mundos perdidos; y no tienen más pecado que nacer en otro lugar; y el mundo acomodado, los deja morir en la mar. P. Garrido. 21-8-2021 Se me apareció un "Zagal"
en la puerta del cortijo con un perro en un "ramal" y acercándose, me dijo: ¿Me puedes dar un poco pan y un poquito de "chorizo"?. Ya para mí lo quisiera; aquí no hay nada más que higos de la higuera y unas nueces del nogal. "Pos" deme un "puñaico", que tengo hambre "atrasá"; y el pobre de mi "perrico", pues que hoy no coma "ná". Me subí a la "solana"; y me llené el bolsillo de nueces, higos y castañas; y también un "meloncillo" que colgaba de las "cañas". Cuándo volví a la puerta ya no había ningún "Zagal", pues se había comvertido con una "coraza" puesta en un caballero erguido; y el perro, en un "alazán". Con voz potente, me dijo, con la espada en la mano; del dueño de este cortijo, yo soy el más fiel "vasallo". Yo que había pillado al vuelo las ideas del "caballero"; dije que era de mi abuelo el cortijo y el granero; y que había ido al pueblo acompañando al mulero. No te preocupes "chaval"; he visto tu corazón al quererme regalar las nueces y un melón y los higos además; y por esa buena acción yo te voy a premiar, porque escrito lo dejó el "brujo" de este "andurrial"; y a mí me lo encargó "pa" cumplir su voluntad; y luego me embrujó para hacerlo realidad; por eso me convirtió en caballero y "Zagal". Y a este corcel "hermoso", también lo tiene embrujado para ser perro "sarnoso" y estar siempre a mi lado. Pídeme lo que tú quieras, que te lo voy a conceder; hago queso de las piedras y chorizo de un "cordel". Yo que no comía chorizo desde el día de la matanza, me puse como un "erizo" pensando en llenar la"panza". Pero mejor prefería, de pana una chaqueta para aquel frío que hacía; y una buena "bicicleta", porque en ella iría volando por aquella cuesta; y también presumirá por el pueblo en las fiestas. Pensando en la diversión, lo bien que lo pasaría, se me fue el santo al cielo; y escuché una explosión, mientras al lado aparecía mi deseo en el suelo. Me monté en la "bicicleta"; y corrí por los caminos soñando cuentos divinos, calentito en mi "chaqueta"; era la felicidad completa corriendo entre los pinos; y escuchando los "trinos" de pájaros en la "foresta". Me olvide del caballero que había desaparecido, del "Zagal" y su perrillo. Yo, por subir al "granero", vi lo que había conseguido solo por un "meloncillo". Cuando al pueblo llegaba con aquella "bicicleta"; la gente me preguntaba, de "ande" saqué la "chaqueta" la que tan bien me sentaba. Yo, riendo contestaba que me la había "comprao" cogiendo "Malacatones"; y algunos me comentaban, que podía haber "ahorrao" para unos pantalones. P. Garrido. 20-8-2021 Cuando no hay explicación
ni nadie a quien culpar; siempre se le suele echar la culpa al más simplón, porque no tiene la opción de saberse explicar para poder aclarar, que él no lo provocó. Y si a nadie se encuentra que sea tan inocente que se la quiera colgar; la "culpa" sale a la puerta en busca de otra gente que se la pueda cargar. Al final, anda la "culpa" de puerta en puerta tocando por si alguien quiere abrir, pero nadie la hace suya; ni anda con ella cargado, si no es un infeliz. ¿Y sabéis donde acaba esa "culpa" traicionera que nadie le da su amor?. En el aire abandonada esperando una manera de cargársela a algún "Dios". P. Garrido. 19-08-2021 Son las alas del "coraje"
las que volarán al "sur" donde encontrarán la luz que envuelta en su paisaje nos darán ese mensaje que rompa la esclavitud que tiene esta "latitud" de "señoritos" con traje. Cantarán los aceituneros canciones de libertad juntos con los cortijeros hartos ya de trabajar aguantando en sus huesos los calores y las "helás". Y los hombres sometidos por el miedo a la exclusión inducido en su enseñanza, serán de "coraje" vestidos; y en alas de la ilusión crearán nueva esperanza. Entonces por esas tierras que lucharon con "coraje", no tendrán más que pagar una gravosa "gabela" ni por vivir un "peaje" cuando haya "libertad". P. Garrido. 17-08-2021 El pueblo donde nací
tiene el más bello color, allí mi primer amor fue donde te conocí. Donde me dijiste sí con un poco de rubor, a mí me alumbró el sol haciéndome muy feliz. Allí los primeros besos y las primeras caricias, esas a medio robar. Allí tus suspiros presos, los que hacían mis delicias cuando te empezaba a amar. Allí en sus procesiones cruzándonos la mirada en total complicidad. Y nuestros Santos Patronos sabían que yo te amaba. ¡Ay San Cosme y San Damián. P. Garrido. 17-8-2021 Érase un "pececito"
que nació en la montaña en las aguas cristalinas de un hermoso "arroyito" en una hermosa mañana con hermanas y hermanitos. Cuando fueron "grandecitos" con fuerzas para nadar, se fueron todos "juntitos" hasta llegar a la mar; allí, pasaron unos "añitos" nadando; y sin parar recorrieron muchos sitios que se podían visitar. Aprendieron muchas cosas; sobre todo, a evitar los ataques de las "morsas"; tiburones y demás depredadores con "bocas" que se los querían "jalar". Y en la mar, el "pececito", se hizo cada día más fuerte hasta llegar a crecer, tanto que ya estaba listo para volver a la fuente donde vino a bien nacer. Guiados por el "instinto", nadaron hasta el río que los trajo a la mar; pero todo era distinto y les causó un "extravío" aquella barbaridad. Las aguas estaban llenas de plásticos y botellas que aún tenían detergentes; y aquellas aguas tan buenas estaban turbias y feas; no como estaban antes. Pero luchando entre aceites y tantos malos olores, consiguieron remontar todos aquellos accidentes hasta llegar a las fuentes que aún podían recordar. Allí estaban los recuerdos de su hermosa juventud, nadando por aquel río donde nacieron sus abuelos; y sus padres habían "nacío". Y allí conoció a su amor con la que vivió feliz hasta su muerte "precoz" por culpa de un "infeliz" que al bosque fuego prendió. Las llamas se apagaron dejando un valle baldío sin plantas y sin veneros; y se secó aquel río donde ya jamás volvieron salmones y el "pececito" porque allí se murieron. Y aquí acaba la historia de las truchas y salmones que poblaban nuestros ríos; por culpa de esos mamones que ostentan el "poderío". Otro pez en su pecera veía como los humanos destruirán la "bioesfera"; ellos con sus propias manos. P. Garrido. 17-8-2021 Quería buscar la honradez
que había por los mercados pero solo había pescados que habían caído en la red; entonces eché a correr en busca de otros mercados, que se hubiese camuflado; pero la volvía a perder. Y por más que la buscaba no la podía encontrar porque ya no se llevaba. Antes, se iba a tratar y ningún papel firmabas; la palabra, valía más. Hoy en día con papeles, hay que poner atención y leer bien los renglones, porque puede haber traición y muchas obligaciones en la pequeña "impresión". En el tiempo en que vivimos, ya la he dado por perdida y nos lo hemos ganado, cada día hay más "timos"; y te la meten "doblada" porque ya no hay honrado. P. Garrido. 16-08-2021 Tengo añoranza del pueblo
donde vi la luz primera; donde viví la poesía en cada esquina o hueco, el que modeló mi cuerpo; y mi estrella "relucía" en mi cielo encendida hasta que se hizo "lucero". Recuerdo aquellos olores a "rastrojos" y "romero", a "tomillo" y "hierbabuena"; de mis primeros amores, de soñar que era "Romeo"; de correr por las "alamedas". Y me acuerdo de las flores que cogía por el sendero para rendirle honores a aquella madre tan buena; me acuerdo de mis mayores, de mi abuela y mi abuelo; y cuando iba a la escuela de Don César, Don Francisco con aquella sencillez; y la misa del Domingo rezando todos a la vez. Y recuerdo los sabores del potaje y el puchero; y la "fritá" de conejo. Los buenos "Malacatones"; por septiembre y sus fiestas; cuando para los Patronos, se montaban las casetas. Las "caspicias" del turrón, a "perragorda" el "puñao"; las gaseosas con tapón, que Augusto había rellenao; y en la puerta, su camión. Tengo recuerdos "escondíos" que me dan escalofrío; de aquellos días bendecidos que jugábamos en el río, pescando todos los "críos". Qué hermosa la sencillez de los primeros "albores"; qué bella la "candidez" de los primeros amores. Qué hermosa la"madurez", cuando hay tranquilidad sin "pesar" de la conciencia. Qué pena que la "vejez" que te pille descuidado, para abrazar la "paciencia". Tengo ya tantas vivencias, en mis sesos acumuladas que fundo unas con otras; y salen "tracamudadas". Recuerdo al tío Pilillas, a Baltasar, el Bigotes; también al Juan Puntillas, al Ramonet el de los "lotes"; y también al Carbonillas. Me acuerdo del Ramales, con su burro Carbonero; del Amando y el Moreno, cuando eran unos zagales. Me acuerdo de Jaramillo, montado en su caballo; era grande aquel "potrillo" y él montado en to lo alto. Del tío José el secretario, que se iba al mirador a ojear con sus prismáticos antes de ponerse el sol. Recuerdo las procesiones con su cruz y sus ciriales cuando era monaguillo; y de aquellas devociones que tenían muchos fieles de ir descalzos en el camino, viniendo de otros lugares. De algunos buenos amigos que me miran desde el cielo; yo sé que aquí conmigo están en este momento. Me acuerdo de las promesas de pueblos del alrededor que hacían la procesión; y obtenían sus recompensas por pedirlas con fervor dentro de su corazón. Fue bailando en el casino donde yo me enamoré, entre flores y farolillos; y como era mi sino, lleno de amor me casé; y tuve mis dos chiquillos. Por ello, os doy las gracias San Cosme y San Damián; que fue en vuestras fiestas donde me vine a enamorar; corrían los años sesenta, llovió una barbaridad. P. Garrido. 15-8-2021 No pudo salir la luna
por culpa de los nubarrones; dejando la noche oscura en un mar de tentaciones. Todo estaba tan oscuro que no se podía ver, a tres montados en burro en aquel atardecer. Empezaron los deseos a tentar algunas mentes de los humanos más feos y de turbulencias fuertes. Alguno se imaginaba, que al no ser reconocido, en el caos que reinaba podía hacerse forajido. Otro pensó en violar a la mujer deseada ; a la que no era capaz de mirarle a la cara. El siguiente más siniestro pensaba en asesinar al vecino tan honesto que le caía tan mal. Aquél se quedó rezando mientras al Señor rogaba ; que de lo que está pasando a los suyos los librara. Los niños ya se dormían en su blanca candidez ; soñando que volarían, o nadarían como un pez. El más siniestro de todos con su guadaña de muerte, Iba cabalgando a lomos del caballo de la "peste". Iba dejando escapar su maldad donde pasaba ; y por eso hizo tapar la luna que no alumbrara. Buscaba con la mirada de aquellos ojos de lobo ; a alguien que se descuidara para llevársela al hoyo. Vio una luz encendida en una casa señorial ; pero estaba protegida la puerta con una señal. Había un crucifijo colgado en la portada ; y viéndolo, se dijo, lo dejo para mañana. Lo retrasó por momentos ; y se dedicó a buscar a los de malos pensamientos para poderlos castigar. Cuándo encontró al primero, de un tajo, lo degolló ; con un golpe tan certero que ni siquiera las "pió". Al violador, lo enganchó rajándolo de arriba abajo ; y para eso le bastó tan sólo un certero tajo. Al que asesinar quería, sólo le pegó un corte ; qué le rajó la barriga causándole la muerte. Al que estaba rezando, no le pudo hacer nada ; Jesús estaba vigilando prendido de la fachada. No se si será verdad ; pero buenos pensamientos, consiguen muchísimo más cuando corren malos vientos. Cuando al final se marchó en su caballo siniestro ; la luna fuerte brilló alumbrando aquel desierto; y todo el mundo durmió, si no estaba ya muerto. Y a la salida del sol, todos muy agradecidos, le dieron gracias a Dios por haber sobrevivido. Pero cada anochecer salen montados a caballo a cumplir con su deber de "Lucifer" sus lacayos. Por eso si en tu desventura, no te pillan preparado ; reza un poquito, criatura y rechaza el pecado. P. Garrido. 15-08-2021 El camino es doloroso
y los pies ya van descalzos de no parar de dar pasos en busca de un día glorioso que te haga poderoso aunque vengan los fracasos; y aún con los pies descalzos es un día muy hermoso. Después sigues la rutina y vuelves a caminar despacio por esos mismos caminos buscando otro día glorioso hasta llegar a tu destino que ya no ves tan hermoso. Entonces te das la vuelta y te quieres regresar al punto de tu partida; pero de la misma puerta de donde echaste a andar, ya no encuentras la salida. Cuando al final la encuentras, resulta que está ocupado lo que antes era tu hogar; y cuando a casa entras, lo que te habías dejado pertenece a los demás. P. Garrido. 14-08-2021 En la oscura soledad
de cualquier noche callada, es cuando el "ego" reclama del orgullo la lealtad; asoma su majestad a la estancia de la cama ocupando la almohada para hacerlo soñar. Y te nombra caballero aunque no te dé caballo; pero te nombra el primero por encima del lacayo; te hace hermoso y bello y te viste el mejor sayo. Y cuando está vestido con su traje el "orgullo", es cuando el "ego" se crece; solo la almohada es testigo de que solo sea el orgullo el único que se alegre. Cuando llega el nuevo día, como todo era quimera; es cuando la cobardía asoma como una fiera y engancha con mano fría al "ego" a una cadena. P. Garrido. 13-08-2021 Siento en mi interior
una inquietud persistente que no deja que mi mente vea todo el resplandor que nos proviene del sol y está permanentemente en busca de la luz latente que me quite ese escozor. Si fuese más inteligente, quizás podría descubrir eso que estoy buscando; y alejaría de mi mente este loco sin vivir que me está acosando. A veces, me hago preguntas que no me sé contestar; y aunque busco respuestas, nadie, me las puede dar; ¿se cerrarían las puertas, que tengo en mi pensar?. Pero sigue mi interior haciéndose esas preguntas y respuestas no encuentro; puede que un día con amor consiga abrir las puertas y salirme de allí dentro. P. Garrido. 12-08-2021 El bosque de las fantasías
cubre el suelo de ilusiones; y nacen a borbotones desde el alma las poesías que adornan las alegrías de todos los corazones que rebosan emociones y que estaban escondidas. Empiezan a florecer; y las musas las recogen en sus mandiles de seda; y las empiezan a tejer donde ya nunca envejecen y las mandan a la tierra. Allí hacen las delicias de todos los soñadores que en ilusiones se inspiran; se balancean en las ramas entre hadas y juglares; que con los duendes bailan. Allí, es donde las ilusiones que buscan las fantasías se funden con los sueños; y vuelan los corazones a las galaxias perdidas buscando horizontes nuevos. P. Garrido. 11-08-2021 El aliento de la vida,
nadie lo puede parar; ni se puede reparar sin sutura una herida; solo la fuerza divina lo podría arreglar; y no debía de esperar para hacernos una visita. Tenía que hacerse presente como lo hizo otra vez; pero no para su muerte, sino para hacer saber que es verdaderamente, que nos quiere para Él. Mientras pues, aquí estamos a merced de los escribanos esperando su llegada; y otra opción no tenemos, que seguir como ganados la elección de sus cañadas. Aprendemos lo que quieren leyendo lo que escriben en libros obligatorios; y así nos entretienen y de camino consiguen que seamos sus devotos. P. Garrido. 10-08-2021 ¿Te acuerdas mi amor?
Cuando tan solo por mirarnos, se te escapaba una sonrisa y no podías barajarla; que te venía a los labios haciéndote enseñar tus blancos dientes; y no podías esconder a nadie lo que sentías por mí, dentro de tu corazón. Se te escapaba como la espuma del champán que se agita antes de abrirlo. ¿Te acuerdas mi amor? Cuando solo al roce de mis dedos con los tuyos sentías que tu piel se te ponía granulosa; y que hasta los pelillos de tus sienes, como movidos por una especie de electricidad se te erizaban; y que como un color sacado de las rosas más bonitas de la primavera se te ponía en la cara. ¿Te acuerdas mi amor? De cuando yo te miraba y al cruzarnos la mirada, notaba yo en tus pupilas, que de verdad me amabas. Tú bajabas la mirada, porque vergüenza te daba; pero tu cuerpo vibraba; y aquel amor que soltaba; yo, a tu lado respiraba. ¿Te acuerdas mi amor? ¿Te acuerdas?. P. Garrido. 09-08-12021 |
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Abril 2024
AutorPedro Garrido, a través de malacatonesdecortes. Categorías |