Cuando se estaba apagando
casi el último farol, Juan, se estaba levantando y ya apuntaba el sol. Se puso aquella chaqueta de pana descolorida; echó un pienso a la "muleta" y miró el tiempo que hacía; la mañana estaba quieta, seguro que llovería. Cogió la "barja" y echó un pedazo pan "custrío"; el poco que les sobró de la cena a sus "críos". Un poco tocino "rancio" que cambió por los jamones; y se fue andando despacio al tajo, a cavar melones. Se echó al hombro el azadón y la "barja" al otro lado; también echó el "botijón", que de agua había llenado. Iba por la carretera, ya llegando al melonar; cuando en veloz carrera, vio un coche asomar. Cuando llegó a su altura, de pronto el coche frenó; y el chófer le preguntó a aquella pobre criatura. ¿Dónde encuentro gasolina donde poder repostar?; pues casi se me termina y me tendré que parar. Juanillo, le informó, que en el pueblo el corsario y el chófer le pidió que si podía acompañarlo. Tengo que cavar melones pero lo acompañaré; y puso de condiciones que lo trajera después. Fue montarse en el carro con aire acondicionado; y el chófer le dio un cigarro que Juan fumó encantado. Sacó de una nevera una botella de coñac; y después que Juan bebiera la volvió allí a guardar. De pronto se sorprendió Juan mirando al conductor; que con coche se convirtió en avión reactor; y en un asiento vio de pulsera un reloj. Juanillo en el avión no sabía lo que hacer; tenía al lado el botijón y la merienda también. Se puso a tocar botones, pero aquello no bajaba; ¿Cuándo había visto aviones si por primera vez volaba?. Se acordó de sus melones y lo bien que los cavaba. Hasta que tocó un botón que era una grabadora; y escuchó la información del tiempo, el día y la hora. Son las siete menos cuarto y volamos a muchos pies; prepárense que en un rato les servimos de comer. Entonces aparecieron tres azafatas preciosas; y a Juanillo le sirvieron comidas apetitosas. Como cabezas de hormigas que a Juan no gustaban "ná"; y las niñas le decían que aquello, era "caviar". Juan, disfrutó de buen vino y se comió un pollo asado; y cuando había terminado, unas de las niñas vino. Traía dos maletones de billetes rebosantes; y le dijo al instante, que había diez millones. Y si te quieres bajar, a la tierra a disfrutarlos; solo tendrás que apretar este botón; y a gastarlos. Entonces le señaló el botón para saltar; Juanillo, lo apretó y a los cielos fue a parar. Se vio en un paracaídas con maletas y botijón; la "barja" con la comida y también el azadón. Como rápido bajaba; tiró "barja" y azadón; y lo que más le pesaba, que era el botijón. Ay que feliz se sentía bajando con su dinero; pues con aquello tendría "pá" comprar el mundo entero. Casa nueva y buenas ropas para sus hijos y mujer; se acabó de comer sopas, ahora comerían bien. Tendrían algún derroche; se acabó la escasez, podría por primera vez, comprarse parcela y coche. Al final del recorrido, el coche al pueblo llegó; el chófer, a Juan despertó, que se había dormido. Y es que aquél cigarrillo y el buen trago de coñac; no pudo aguantar Juanillo y se puso a roncar; cogió el hombre un enfadillo, pero volvió al melonar. Por la noche al regresar, cuando iba a acostarse; se tuvo que desnudar y el reloj vino a encontrarse. Su mujer, le preguntó de dónde lo había sacado; Juan, solo le contestó, que se lo había encontrado. Nunca supo si fue cierto, o es que lo había soñado; pero el reloj, lleva puesto y ya está jubilado. P. Garrido. 31-01-2021
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Se quedaron en los tiempos
sus fuerzas y los "redaños" que se comieron los años por culpa de tanta edad y de mucho caminar subiendo y bajando "escaños" causándole muchos daños y bastantes desperfectos. Tanto y tanto acumuló; que cuando se dió cuenta ya no lo podía cargar. Y todo lo que se llevó; al final, en la "cuneta" se lo tuvo que dejar. Por allí pasó un mendigo que todo fue recogiendo; y tanto lo disfrutó que al perdedor bendijo mientras se lo fue comiendo; hasta que incluso engordó. Con el tiempo miserable que pasó el buen señor trabajando para ahorrar; y el tiempo tan agradable que pasó aquel "sufridor" que se lo vino a encontrar. P. Garrido. 30-01-2021 Somos tantos voluntarios
que nos creemos salvadores haciendo unos comentarios que siempre son mejores que los que hacen "diarios"; y que somos portadores de la verdad para salvarnos creyéndonos los mejores; que creo estamos sobrando. Creo que sería mejor hablar menos y hacer más; y en vez de "cacarear", dedicarnos a algo mejor con todo nuestro fervor que ver las cosas pasar sin poderlas mejorar y dejar que salga el sol. No se deben de crear dudas con nuestras palabras a pastores inocentes; diciéndoles que vas a salvar del "lobo" todas sus cabras; y a la hora de la verdad hacia el "lobo" se las lanzas mientras que de allí te vas. P. Garrido. 29-01-2021 Tengo rabia en mis centros
por oír a esos que hablan y que sueltan las palabras con muy malos sentimientos para herir los adentros y pincharnos en el alma destrozándonos la calma con muy malos argumentos. Siento rabia de que nadie los pueda hacer callar y que queden sin castigo por soltar gratis al aire las mentiras sin pensar si tienen o no sentido. Espero que algún día hagan leyes tan "fiables" que no las puedan saltar; y el que tenga la osadía de incumplirlas, que lo pague teniéndose que "retractar". Y que sienta la vergüenza haciéndoselo todo público para que sea condenado. Que la honradez restablezca y si fuese alguien "público" también que sea "expulsado". P. Garrido. 08-01-2021 Desde los albores del tiempo
cuando empiezas a vivir, hasta que te has de ir al eclipse de tu "cielo; cambiarás algo tan bello como alegría de vivir por la pena de morir cuando se te ponga" negro". Dicen que la muerte es como una "llamarada" hacia un blanco infinito; y que allí todo lo que ves en la inmensidad amada de un espacio "bendito". Aunque yo no sé porqué lo blanco es la bondad y lo negro está maldito; ni tampoco dónde iré, porque nadie vino a hablar si aquello es feo o bonito. Mientras, aquí estaremos aguantando lo que quieran quien mande donde estemos envueltos en los "dilemas" por si nos descarriamos; y que sea lo que Dios quiera. P. Garrido. 27-01-2021 Le dieron una "medalla"
por ser un buen "general" y a sus tropas "liderar" para ganar la batalla de desembarcó en la playa mientras hacía que mandar y desde lejos mirar que caían como "cobayas". A los soldados animó a morir como valientes y la tropa lo creyó; y después a sus "parientes" una "bandera" mandó y unas "esquelas" dolientes. ¿Para qué los "generales" y el mito de las banderas que haya que defender?. ¿Pera qué guerras "infernales" que maten las "primaveras" antes de verlas "florecer"?. Si no hubiese banderas ni naciones "limitadas", todo serían amistades. No queremos las fronteras que nos cierren sus entradas y "coartan" las libertades. P. Garrido. 26-01-2021 Foto de nuestra querida Mari Carmen Tello Valenzuela. Calle Santos Cosme y Damián de Cortes de Baza con la Sierra de Castril nevada al fondo. "Entre lilos, rosales y almendros..." añoranza de tiempos pasados. "Paseódromo" obligado de las familias los domingos después de misa y las frescas tardes de verano. Carretera que va al puente
por medio de los "Allanes" entre "lilos" y "rosales, me aparece aún presente viéndola llena de gente; de "zagalas" y "zagales" jugando entre "almendrales" y saltando alegremente. Por donde un día volaron los amores "adolescentes" que en un almendro grabaron dos corazones candentes y margaritas deshojaron de respuestas pendientes. ¿Me quiere o no me quiere la niña del maestro escuela; ¿me quiere o no me quiere la niña de la Manuela?. Los almendros se secaron; y la calle a nuestros Santos en su honor la dedicaron; mis recuerdos allí quedaron como quedó el de tantos que por allí pasearon y pasarán muchos años; pero jamás se olvidaron. P. Garrido. 25-1-2021 Iba un escritor pensando
en escribir un relato; que le venía volando. Cogió papel y su pluma; se sentó en su despacho y lo tituló; "La luna". Cuándo abrió el tintero, la luna estaba saliendo; y se estaba sonriendo mirando a un lucero. Le mandó un rayo de luz, al escritor que escribía; mientras que ella lucía en un bello cielo azul. Érase la "Luna" una vez; comienza el cuento diciendo, que salió oscureciendo después del atardecer. Pasó revista a los campos por si algo les faltaba; vio un crío con sus "zancos" que en la placeta jugaba. Se sonrió placentera viendo tal felicidad; y prosiguió su carrera luciendo en la oscuridad. hasta que llegó a un secano donde aún Manuel segaba; y el sudor se lo secaba con el revés de su mano. La Luna, allí se paró mirando al pobre Manuel; y esta vez, no sonrió, pero se apiadó de él. Cuando terminó la siega, Manuel se cargó un haz y se dirigió a la "era" donde tendría que trillar. Como el camino era largo, se paró a descansar; y estando allí sentado, vio a la Luna brillar. Llévame contigo Luna, llamó Manuel sin pensar que lo escucharía la Luna; y se lo quiso llevar. ¿No me ves tarde tras tarde trabajar como un "borrico"?; y como no soy rico, siempre voy arre que arre. La Luna, se le acercó; y lo tomó con ternura, y con ella se lo llevó con su haz a las alturas. Y allí, se le puede ver con el haz a las espaldas; al pobrecito Manuel, que jamás se lo descarga. Así que ya lo sabéis, niños de Benamaurel; a la Luna no llaméis, no os pase lo que a Manuel. P. Garrido. 24-01-2021 Me asomé a la "esquinita"
donde vivía la "ternura" que era una señora "pura" con figura de "abuelita" que bordaba una "colchita" para adornar una "cuna" decorada con la "luna" donde dormía mi "nietecita". A mí se me "derritieron" los sentidos de mi cuerpo y al corazón me vinieron los "duendes" de un cuento que en mi alma encendieron el fuego de mi sentimiento. La niña que allí dormía abrió sus dulces "ojitos"; nos miró y se sonreía y nos llamó "abuelitos" con su voz de melodía que parecía de "angelitos". La abuela que la guardaba la cogió entre sus brazos mientras que yo las miraba con lágrimas en los ojos; la "ternura" allí "flotaba" por todos sitios, a "manojos". P. Garrido. 23-01-2021 Te mandaré un "vasallo"
para que allane el camino le dijo su buen vecino para que entres en "Mayo" y no tropiece tu caballo en la piedra ni el "espino"; cortará pincho asesino que quiera rasgar tu sayo. Llegarás a mi "pradera" donde florecen las flores y da la vaca lechera su leche de mil amores "pastando" la hierba fresca que sabrá a mil sabores. No habrá a quién temer; porque sin "depredadores" reinará la "libertad". No habrá "ciegos" por doquier; ni habitarán vividores donde reina la verdad. Mi casa será la tuya; y tuya será mi "pradera", también las"aves" del cielo cantarán un "Aleluya". Y el cielo será el "velo" que te sirva de "casulla" para que cubras tu cuerpo. P. Garrido. 22-01-2021 Se le puso el pelo blanco
hace ya bastante tiempo; luego se le fue cayendo hasta quedarse muy calvo; pero quiso remediarlo con un "peluquín" muy negro, que cuando hacía viento tenía que sujetárselo. Un día que se le cayó por el "airazo" que hacía pasó un gato y se creyó; que una "rata" parecería y a un árbol se lo subió donde se la comería. El pobre le decía, "Saaape"; y le tiraba "pedradas" para hacerlo huir. El gato se dio al escape; y el peluquín que colgaba enganchado quedó allí. Como no podía escalar porque el árbol era alto; allí lo tuvo que dejar maldiciendo a aquel gato, que si lo llega a "pillar" le hubiese dado un mal rato. P. Garrido. 21-01-2021 El cuento que voy a contar
de "Aladino" pan y vino que a Noruega se vino porque quería pescar en su alfombra de volar; y comía salchichas y vino que le guisaba el vecino mientras venía de la mar. "Cheresade" su mujer, era una rubia holandesa con cara de queso y fresa; que se ponía a tejer y solo sabía hacer alfombras de las que vuelan. El vecino, era "finlandel", las "salchichas", alemanas; y su mujer "holandesa" . ¿Cómo siendo "Libanés" se vino a tierras lejanas a buscar una "princesa"?. Es que me he liado y todo lo he revuelto como a mí me convino. Estaba muy inspirado; y quería contar el cuento del Marcelino pan y vino. P. Garrido. 20-01-2021 Si la vida te golpea
los pies para derribarte; salta y ponte aparte para que su ojo no vea que tu cuerpo se ladea; y da un salto adelante para poder abrazarte a quien en la vida crea. No desfallezcas y vive con todo el brío que puedas; y no pares de correr, porque la vida te sirve para aprovechar sus fuerzas y no dejarte vencer. Cuando te vengan las malas, agárrate a un clavo ardiendo y no huyas en desbandada; aprieta bien las quijadas y nunca salgas corriendo sino que presentes cara. Cuando te sea favorable, disfruta de sus bondades y vívela con alegría. Ten una vida "loable" y en esas "felicidades" escribirás tu "poesía" P. Garrido. 19-01-2021 Dios escribió en tu historia
aún con renglones torcidos y te puso en los sentidos la facultad de la memoria sin olvidar que una "gloria" nos tenía prometido, si andabas como es debido; pues de ti se vanagloria. No te lo puso sencillo; y la tendrás que ganar todos los días poco a poco con mucha generosidad; aunque sea un "poquillo" arrimando bien el hombro. Serás bueno y desprendido con el mejor pensamiento que te pueda "aflorar". Ayudarás al deprimido sin ningún "emolumento" que te tenga que pagar. Le rendirá "pleitesía" dirigiéndole oraciones sin renegar de tu "Fe". Verás entonces que María te dará sus bendiciones como Madre de Dios que fue. P. Garrido. 18-01-2021 El cuento que yo me sé
y que os voy a contar; le sucedió a José hace mucho tiempo ya. Vivía en un cortijo con sus padres y hermanos; y al ser el más "canijo" cuidaba de los marranos. Otros tres hermanos más, trabajaban de pastores; y dos niñas a bordar su ajuar para mayores. La madre en la cocina trabajaba todo el día; preparando la comida para cuando todos venían. El padre de maderero trabajaba en el pinar; tenía que ganar dinero para vivir regular. Una mañana temprano su madre a José le dijo; hoy que no sacas el marrano no te quedes en el cortijo. Le llevarás la merienda a tu padre en el pinar; de camino haces cuerda para atar un buen haz. Pero no te cargues mucho, solo seca para encender; que estás muy debilucho y vienes antes de anochecer. Y así fue como Josillo cogió un manojo de esparto; y haciendo un "cordelillo" se fue al pinar andando. Cuando estuvo en el pinar que el cortijo no veía; se paró a descansar por el calor que hacía. A la sombra de un chaparro se vino José a sentar; quería la "guita" terminar, pero la ensució de barro. Entonces quiso lavarla al lado, en una balsa; y se puso "arrodillao" a la orilla del agua para poder enjuagarla. Oyó una voz que gritaba y presto miró a su cesta; pero era de una "seta" donde la voz se escuchaba. Debajo había un enano chico como una "bellota", solo tenía una bota; José, lo cogió en su mano. Haz el favor de ayudarme a buscar la otra botita; que si no, mi mamaíta seguro va a regañarme. Josillo, se sorprendió al ver un ser tan pequeño; y a buscarla le ayudó, pero con todo el empeño la botita no apareció. El enanito lloraba y no tenía consuelo; de pensar qué le esperaba cuando su mamá al verlo, si una bota le faltaba. José para consolarlo dijo le haría una esparteña, pero tendría que esperarlo a que llevara la leña. Al enano de llorar no había quien lo consolara; y José se puso a hilar para hacerle una alpargata. Le hizo dos esparteñas que venían casi bordadas; pero se olvidó la leña que su madre le encargara. Cuando se las terminó, el pequeño agradecido; a Josillo invitó, le dijo: vente conmigo. ¿Dónde me quieres llevar?; preguntó José al enano, a mi casa, que ahí está si me bajas de la mano. La seta, era su casa y fue a la puerta y llamó; fue un viejo quien abrió y le dijo: anda pasa. Traigo un amigo invitado dijo el enano pequeño; el viejo, frunció el ceño y a José, miró asustado. No se preocupe abuelo, que no le haré nada mal; lo que siento, que no puedo con su nieto, a casa entrar. El abuelo que sabía de menjunjes y hechizos; soltó una brujería y a Josillo chico hizo. Lo invitaron a pasar en aquella seta inmensa; porque Josillo era ya poco menos que una fresa. Ya eran todos enanos y el viejo lo presentó; aquí somos todos hermanos y el más viejo, soy yo. En la entrada del palacio había una avispa gigante; si no entrabas despacio pronto te echaba el guante. La sombrilla de la seta, servía de aeropuerto; y servían de avionetas las moscas y otros insectos. Y dentro de unos salones de gente a rebosar; había unos cantores y a otros, se veía bailar. La comida era abundante, todo bandejas repletas; se comía hasta hincharse frutos secos y piruletas. Había granitos de moras, cacahuetes y maiz; pipas peladas y gominas y trozos de regaliz. Le hicieron un homenaje a José por su bondad; lo vistieron con un traje bordado de azul del mar. Le dieron un medallón nombrándolo alpargatero; tenía grabado un corazón y un cordel colgado al cuello. Le hicieron muchos honores y el palacio le enseñaron; desfilaron a montones enanos con sus caballos. Iban montados en hormigas y también en mariposas; y no torcían sus filas aquellas tropas hermosas. Al final el emperador en una ardilla montado; se bajó y a José saludó sentándose a su lado. Quiero José agradecerte lo que por mi hijo has hecho; y en recuerdo voy a ponerte este medallón al pecho. Llévalo como recuerdo, va grabado un corazón ; buena acción has hecho; así te lo agradezco yo. Y si quisieras quedarte a vivir entre enanos; puedes aquí acomodarte y seremos tus hermanos. Como estaba atardeciendo y Josillo no venía; en casa estaban diciendo que algo le pasaría. Cuando el padre regresó cansado de trabajar; el cuadro que se encontró no podéis ni imaginar. Se fueron todos a buscarlo como locos al pinar; y al final vino a encontrarlo su hermanilla Pilar. Estaba bajo la encina como un cachorro dormido; con su medallón encima y un poco esparto cogido. Y a nadie le contó sus sueños aquel chiquillo; el medallón lo guardó y como un corderillo; con los suyos se marchó, ¿ dónde estará el duendecillo con el que aquel día soñó?. P. Garrido. 17-1-2021 Se me ocurre a mí contaros
el cuento del hortelano; que criando coles y nabos se creía un soberano. Los sembraba oscureciendo y a la mañana siguiente, se habían hecho gigantes en una noche creciendo. Es que resulta que un hada, lo vió tanto trabajar; que cuando iba a descansar, los tocaba con su "vara" y los nabos crecían más. De camino se traía del cielo un mágico "polvo", que era mejor que abono y aquellas plantas crecían. El hortelano ignorante, con aquella sencillez; pensaba que era él, quien las criaba al instante. Orgulloso se encontraba de criar sus hortalizas; y a nadie le contaba el secreto de las mismas. Su fama llegó a más; y hasta el Rey, lo visitó, lo hizo hortelano real; y a palacio se lo llevó. De una choza muy pobre, con muy poquito espacio; pasó a vivir aquel hombre en los lujos de un palacio. Se volvió muy orgulloso despreciando a hortelanos; creía que entre sus manos tenía el secreto precioso. Y fue muy agasajado en el palacio Real; hasta que el Rey cansado lo mandó un día a sembrar. Le dieron preparativos; hasta azadones de plata y escogió la mejor planta para empezar los cultivos. Preparó la tierra bien arada y estercolada; y abonada también, solo sembrarla quedaba. Y fue a la tarde siguiente cuando empezó a sembrar; y también a vigilar, que no lo viera la gente. No quería que le copiaran el arte de cultivar; y de hortelano real, que el puesto le quitaran. Y así fue como a escondidas cuando estaba oscureciendo dejó las plantas sembradas para que fuesen creciendo. Antes que saliera el sol, se levantó el hortelano; y aunque era muy temprano, vió que algo le faltó. Las plantas estaban igual que la tarde anterior; y no habían crecido "ná" de como él las dejó. La gente empezó a burlarse del hortelano y sus "nabos"; y tuvo que humillarse con las risas de los malos. El Rey lo despidió porque no criaba nada; y a su choza se marchó que tenía abandonada. Se arrepintió de su orgullo; y trabajó predispuesto, era poco pero suyo aquella choza y el huerto. El hada volvió a mirarlo porque se había arrepentido; y otra vez quiso ayudarlo, porque ya estaba advertido. Y desde allí en adelante empezó el hombre a criar aquellos nabos gigantes; pero a nadie dijo "ná". Ayudando a sus vecinos, se quedó allí en su huerta; y nunca cerró su puerta a los demás campesinos. Se aprendió bien la lección de no ser tan orgulloso; creyéndose el mejor. Desde entonces trabajó siendo siempre generoso; y dándole gracias a Dios. P. Garrido. 17-01-2021 En los salones del templo
había cuatro butacas; y grabado en sus tablas nombres para dar ejemplo de oración y recogimiento de cuatro hermosas damas gorditas y engalanadas situadas en el centro. ¿Vosotros creéis que Dios tiene asientos reservados, o siervos más preferidos guardando el banco mejor para que estén sentados porque son los elegidos?. A los ojos de los hombres pueden parecer hermosas las personas bien vestidas. Dios quiere más a los pobres y les hizo unas promesas que les serán compartidas. No nos podemos guiar por los "boatos" lujosos ni por los bellos ropajes. El día del juicio final, es mejor ser bondadosos en nuestro último viaje. P. Garrido. 16-01-2021 A bordo de una "galera",
navegaba un timonel con brazo muy firme y fiel que nadie sabía quién era navegando a toda vela en busca de un "vergel" para vivir siempre en él allá en donde estuviera. Pero no halló en el mundo aquel lugar que buscaba y se quedó en la mar dando vueltas en redondo; y por más que navegaba jamás lo pudo encontrar. Y aunque dirigía sus velas con el viento marinero en todas las direcciones; no encontraba las huellas a través del mundo entero del "Edén" de sus visiones. Al final quedó en leyenda el "timonel" y la "galera" navegando a toda vela. Dicen que en la mar serena, se ven los surcos que hiciera; pero el "Edén" aún le espera. P. Garrido. 15-01-2021 Quería seguir engordando
para que cuando muriera los gusanos que hubiera en la tierra esperando se fuesen alimentando; y las "cacas" que hicieran para las plantas sirvieran y sus frutos fuesen dando. Así se convertiría en una hermosa manzana que de manjar serviría colgada de una rama a un "ave" que vendría a comer una mañana. Y eso es lo que quería en su vida terrenal; solo comer y engordar hasta que fruto sería que comida se convertía para poder alimentar a un "ave" al "azar" que a volar lo llevaría. Y voló por unos cielos que jamás imaginó; y lo hizo sin los "kilos" que en la tierra engordó; y se cumplieron sus "sinos", quiso "volar" y voló. P. Garrido. 14-01-2021 Jugaba con la "inocencia"
la "picardía" camuflada y jugando la engañaba apoyada en su experiencia y simulando apariencia de bondad que aparentaba de cordero "camuflada" sin "rescozor" de conciencia. Se burlaba cada día de la cándida inocente, que solo "bondad" tenía; y en el trato con la gente a la "inocencia" querían por escuchar atentamente. Sin embargo, al contrario; tratar con la "picardía" era misión complicada; pues era su vocabulario "soez" porque te ofrecía todo lo que no te daba. Por eso a la "inocencia" cuando va con la "bondad" es muy sencillo tratarla. La "picardía" con apariencia siempre te va a engañar y nunca podrás callarla. P. Garrido. 13-01-2021 Rebuscó por todo el mundo
una nueva "dimensión" donde colgar su balcón dando a lo más profundo del hueco del "inframundo"; y cuando allí se asomó no creyó lo que encontró en aquel sitio "inmundo". Subían los sufrimientos trepando por las paredes arrastrando el "terror"; que parecían "tormentos" y mordían con los dientes los hierros de "alrededor". Rechinando los torcían; y se "asían" a las paredes con sus uñas "retorcidas"; y por allí se movían pareciéndose a los peces entre olas "maldecías". Corriendo como podía quiso regresar de nuevo al mundo que se dejó; porque él no suponía que en aquél sitio tan negro viera lo que allí encontró. P. Garrido. 12-01-2021 Ya se me están olvidando
las cosas que hice ayer, que será por la vejez y en verdad estoy pensando; que de cuando en cuando, si tengo algo que traer cuando voy a por él de paso lo voy olvidando. No quisiera ni pensar que se me quedara en blanco el centro de mi corazón; y tuviera que pasar mi vida sentado "estanco" sin saber mi situación. Pues no quisiera borrar a la gente que he amado del fondo de mis sentidos; porque los quisiera amar todo el tiempo a mi lado escuchando sus latidos. Dios misericordioso; Tú que me diste la vida, haz que ese "mal" odioso no cause en mi mente herida; y así podré ser dichoso con mi familia querida. P. Garrido. 11-01-2021 Es el cuento de un "zagal"
el que cuento en un ratillo; que siendo muy "chiquitillo", ya le dio por explorar. Nadaba un día en el río, aunque verano no era; y tenía una "tiritera", que iba a morir de frío. Quiso una lumbre encender para poder calentarse; y el agua, muy bien secarse para vestirse después. Agarró un tronco seco que una riada trajera; pero al encender la hoguera, vió en el tronco un hueco por donde humo saliera; presto la mano metió y allí se encontró una caja blanca y negra. La caja abrió cauteloso; y oyó una voz que decía, soy un "genio" poderoso; gracias por salvar mi vida. Y como me has liberado, de esta oscura prisión; después de las gracias dado, recompensaré tu acción. Escuchaba el "zagal" y no lo podía creer; pues solo podía escuchar y nada podía ver. El niño estaba asustado y el "genio" se lo notó; se colocó a su lado y en viejo se convirtió. Le sopló un poco a la lumbre y en seguida se encendió; y dijo con mansedumbre: ven, te lo explico mejor. Hace mil siglos, o más, que por ser yo tan travieso; aquí me vino a encerrar a mí un "genio" más viejo. Y puso la condición, que para liberarme; tendría que ser como yo, un "travieso" en encontrarme. Y ahora que ya soy viejo, aunque joven fui encerrado; te voy a dar un consejo, debes ser bueno y honrado. Ahora para agradecerte el darme la libertad; solo voy a concederte una cosa nada más. Toma este mapa perfecto, que el te conducirá a un escondite secreto; y viejo, nunca serás. Será penoso ese viaje, pero al final llegarás; y debes tener coraje, no desfallezcas jamás. Caminarás río arriba, por tres noches sin dormir; y cuando tengas fatiga, no pares, debes seguir. Que si a descansar te paras, en árbol te convertirás; te saldrán bonitas ramas y así siempre quedarás. Y en la noche tercera, ya viniendo madrugada; encontrarás una noguera al pie de una cascada. Cómete sólo tres nueces; y en su tronco dormirás, échale tres a los peces que primero partirás. En la noguera, "encima" hay tres dragones verdes; no debes mirar "parriba", porqué si miras, te pierdes. Son feroces y malvados, pero que no oyen nada; se quedan allí colgados si no cruzas su mirada. Por la mañana temprano, se cortará la cascada; te encontrarás a la mano con una puerta cerrada. Abrirás con una llave que en el suelo encontrarás; cuando la puerta se abre, la cascada, echa a andar. Entrarás en un pasillo con mil trampas demoníacas, llevarás un farolillo y una "docena" de estacas. Te saldrán doce vampiros con los colmillos de plata; tú, con tus doce estacas, les darás su merecido. Y no tires el farol aunque veas claridad; que luego la oscuridad es muchísimo mayor. Desemboca en un salón el pasillo tenebroso; aquello, es horroroso, ya que dentro, hay un dragón. Tiene dieciséis cabezas, pero una es la peor; cuando a moverse empieza, tú, le tiras el farol. Entonces, desaparece el dragón con sus cabezas; y ante ti aparece, otra misteriosa puerta. Debes abrir lentamente, porque allí está lo peor; es la fuerza de la mente del genio que me encerró. A ti, querrá encerrarte, pero no debes huirle; quieto deberás quedarte y tan sólo sonreírle. Entonces se romperá allí, todo el hechizo; y así el genio pagará todo el mal que me hizo. Y una pequeña botella, allí, dentro encontrarás; beberás tres sorbos de ella y nunca viejo te harás. El mapa el genio le dió sin decir como volver; luego, desapareció y jamás se supo de él. El "Zagal" se lo pensó; y el viaje, no quiso hacer. P. Garrido. 10-01-2021 Pasamos de ser "primates"
a podernos levantar y echarnos a caminar poniéndonos "apargates"; y para estar elegantes, nos pusimos a hilar y podernos calentar, para las manos los guantes. Con el tiempo inventamos aviones para volar y cohetes "interestelares"; veremos adónde llegamos con este tanto inventar contaminando los mares. Y si Dios no lo remedia, ya con tanto adelanto será nuestra perdición si entre nosotros no media; ¿será que no nos quiere tanto y somos pura evolución?. Como no estamos seguros, los listos nos amenazan con infiernos y "castigos". ¿Habrá también cielos puros donde poner la "esperanza" y con "Dioses" por testigos?. P. Garrido. 09-01-2021 La muerte lo esperaba,
pero hizo una faena tan bonita y tan torera que la muerte se alejaba de su lado y lo dejaba que viviera a su manera su vida como quisiera hasta otra vez que tocara. Aunque al final lo pasó a otro número en la lista para volver a empezar; y luego lo informó que a la próxima revista no lo dejaba pasar. Empezó a darle vueltas a su cabeza el "colega" pensando cómo arreglaba en la pausa sus cuentas por si de pronto le llega y "descuidao" lo pillaba. Pero en sus ansias de vida; para poder engañarla no encontraba la manera. Apareció un buen día; y tuvo que abrazarla por siempre de compañera. P. Garrido. 08-01-2021 |
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Abril 2024
AutorPedro Garrido, a través de malacatonesdecortes. Categorías |