Había un país muy lejano
por donde se pone el sol, se llamaba "Landamor" pero nadie había pintado un camino encantado, ni hubo ningún pintor que lo hiciera mejor para poder encontrarlo. Al ser un país perdido, allí no había maldad ni lugar para un bandido que pudiera malear la intención de los vecinos porque solo había bondad. Pero había un duendecillo que vivía en un lirio que dicen tenía un libro de otro duende viejecillo donde decía de un camino que iba al país secreto entrando por un vericueto que te llevaba a aquel sitio. Dicen que allí habia tesoros de plata y oro y que nadie los cogía por el motivo que ignoro; dicen que tanto tenían que en el suelo estaba todo. También había una fuente que manaba agua bendita y que todo el que bebía se convertía de repente joven con un cuerpo fuerte y por eso no querían los oros que no servían para engañar a la muerte. Se enteró un "mozalbete" de que existía ese país y se preparó un morral con todo lo que pudo echar y fue en busca del duende para su libro comprar. El duende se lo enseñó con el mapa del camino, pero el libro no le vendió porque tenía el compromiso de guardarlo del mezquino y el avaro, aseguró. El mozo aquel estudió aquel mapa con detalle, aunque luego se olvidó de apuntar alguna calle aunque al fin no se perdió consiguiendo ir a un valle donde el país encontró. En la primera esquina que encontró aquel humano, todo lo que tuvo a mano lo echó en su mochila y se la cargó encima con agonía y sin fatiga. Aunque se olvidó beber de aquella fuente bendita que hacía rejuvenecer y con su "oro" y "platita" sólo pensó en volver corriendo a su "casita". Dicen que a su regreso con su carga tan pesada no pudo con tanto peso y en una ciénaga olvidada el pobre se cayó preso con su mochila cargada y así acaba este cuento por la "codicia" malvada culpable del mal momento en una noche desdichada. P. Garrido. 31-03-2024
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Aguantando los envites
que me envía la suerte, voy a tener que ser fuerte aunque no soy como antes con veinte años vibrantes tan ágil y tan valiente que no tenía competente que me contara los dientes. Con la edad a flor de piel y el ímpetu de la fuerza que desprendía mi cuerpo; no había macho montés que tuviese en la cabeza la mía fuerza en su cuerno. Pero al paso del tiempo las fuerzas que me seguían me fueron abandonando; poco a poco fui perdiendo ilusiones que tenía mientras seguía andando. Llegué donde no quería aunque me pude quedar a la mitad del camino y sigo esta vida mía sin parar de caminar pero con paso cansino. P. Garrido. 30-03-2024 Recomiendo el silencio
a malas contestaciones, que si revientas tus dones te pueden timar de necio y junto irá el desprecio por malas interpretaciones que soltaste por presiones y no pensarlo despacio. Es preferible callar a reventar el silencio con palabras malsonantes fáciles de tergiversar y redirigirlas a tu centro como cuchillos cortantes. Piensa antes de hablar en lo que vas a decir y no empieces a soltar balas que puedan herir a esa persona ideal que luego repercute en ti. Muchas veces las palabras vuelven de donde salieron pero ya más retorcidas y son igual que las balas que una vez que salieron no vuelven a sus partidas. P. Garrido. 29-03-2024 Sumando calamidades
muy temprano empezó desde el día en que nació sin darle oportunidades para elegir sus verdades y así fue que se crió hasta que grande creció pasando necesidades. No le dieron las opciones de elegir las tendencias que en su cuerpo sentía y eran unos mandones los que dictaban sentencias que como oveja seguía. Acabó con la cabeza mareada de dar vueltas sin saber por dónde salir; hasta que halló la puerta donde estaban las apuestas que le hicieron muy feliz. Hoy camina en libertad después de haber conseguido acabar con los perjuicios y va por la vida en paz con su cuerpo muy erguido sin temor a malos juicios. P. Garrido. 26-03-2024 Si quieres saber de mí
te voy a decir quién soy, por donde quiero me voy y ando libre por ahí haciendo gente feliz a quien me consume hoy, aunque a veces estoy que no me aguanto ni a mí. Soy el arma invisible de "Eolo" mi señor y hago que sea posible que florezca una flor, o con mi fuerza temible puedo sembrar el horror. A veces yo me encuentro tan cansado de volar que en la brisa me duermo y le doy tranquilidad a este mi infinito cuerpo que no se puede parar. Y si un día me parara porque cerrara el grifo nuestro Dios omnipotente, este mundo se acababa y todo lo que hay escrito no lo leería la gente. P. Garrido. 27-03-2024 Si me tengo que morir
querré que estés a mi lado mi querido esposo amado para así poderme ir cuando me llegue el fin cogiéndote de la mano para llevarme tu hado y me alivie en mi sufrir. Así me podré llevar el contacto de tu piel y de tus ojos la luz para poder disfrutar de su color rubio miel en un firmamento azul. Dejaré mi último aliento entre tus manos calientes que me hicieron tan feliz; para que sea tu aliento en esas noches dolientes cuando no puedas dormir. Y te esperaré en el cielo cuidándote donde estés hasta que vengas conmigo; espero ser el pañuelo que apague el desconsuelo cuando sea duro el camino. P. Garrido. 26-03-2024 Apareció por la puerta
bajando por la escalera y me pareció que era la zagala más esbelta que pisara aquella puerta y bajó hasta la acera parándose a mi vera y a besarme dispuesta. Me besó en la mejilla y sentí un escalofrío mientras olía aquel aroma a lavanda y vainilla que me recordó al río con su agua cantarina paseando por la orilla. Nos cogimos de la mano y nos fuimos a pasear al paseo de los rosales y me sentí el ser humano más feliz en tierra y mar entre todos los mortales. Las rosas "cuchicheaban" viendo tanta hermosura paseando por allí; las mariposas volaban entre brisas de ternura y yo era el más feliz. P. Garrido. 25-03-2024 Empezaban las farolas
a extenderse por las calles con sus lenguas de dorado, lenguas que lamían solas la oscuridad en los valles que se había apoderado. La noche se hizo señora de la copa de los pinos, mientras algunos vecinos ya se iban a la cama porque el día de mañana el trabajo los esperaba. Las lechuzas que volaban encima del campanario soltaban su vocabulario por sus picos que silbaban mirando si encontraban un amor extraordinario con quien vivir a diario, el lechuzo que buscaban. Se asomó el padre cura para ver por la ventana cómo corría la noche y aunque ya estaba oscura transcurría tan tranquila que no se oía ni un coche. De pronto apareció una sombra por la esquina con aspecto de mezquina y en un banco se sentó; algo del bolso sacó mientras la noche tranquila lucía de esquina en esquina y de pronto se paró. Las lechuzas que volaban se quedaron suspendidas como si el tiempo parara y el cura sorprendido cerró fuerte la ventana con un susto repentino. Armándose de valor se vistió con su sotana y armado con un bastón salió corriendo a la plaza aunque iba su corazón más veloz que una galga. Cerró de un gran portazo la puerta de la sacristía; con una cruz en un brazo mientras en el otro erguía para darle un porrazo el bastón que sostenía. Coriendo llegó al banco donde estaba la sombra que apareció por la esquina en su negro "chal" liada el sacerdote rezando por el susto que llevaba. Con la cruz por delante y el bastón levantado, le preguntó vacilante como allí había llegado. Al no encontrar respuesta, se acercó cauteloso; cogió el "chal" de una punta y de un tirón impetuoso dejó la madera a la vista del banco que estaba solo. Allí no había nada, solo el banco de madera; pero sí había un alma que desde la torre viera en aquella noche calma lo que allí sucediera. Dicen que el cura tenía aún aquel "chal" guardado dentro de la sacristía, y nadie lo ha encontrado. P. Garrido. 24-03-2024 Cuando no tenga más oro
para poner a tu altura mira hacia abajo criatura, por favor te lo imploro y trátame de buen modo, pues fue una vida dura con poquísima fortuna aunque viví con decoro. Todo lo que conseguí, lo puse a tu disposición para que fueses feliz a mi lado corazón por si querías vivir conmigo en bella unión. Nunca en la convivencia he vivido sin pensar en lo que tú preferías; no me pesa la conciencia y te di la libertad del sí o el no si querías. Ahora que ya los años me destrozaron los bríos, no castigues mis hazañas; perdona los pecados míos aunque sin malas entrañas que yo haya cometido; serían causas extrañas, que mucho te he querido P. Garrido. 23-03-2024 Todas las mañanas naces
a la vida otra vez, no hay manera de saber si mientras en cama yaces puedes morir en tus paces para volver a nacer y otra vez a padecer las preguntas que te haces. Mientras estás dormido no tienes vida activa a no ser que estés soñando. EL mundo sigue su ritmo mientras tú a la deriva sin saber vas navegando. Pero cuando te despiertas cada día es el principio de luchas y sufrimientos; no puedes unir las siestas con las noches sin sentido entre sueños que sueñas. No sé quién dijo una vez que la vida es un sueño, creo que fue Calderón, pero esto no puede ser; hay que estar despierto para coger tu vagón porque lo puedes perder. P. Garrido. 22-03-2024 Buscando un mundo nuevo
donde no hubiese mentiras pasó más de media vida; en busca de algún hueco por donde colar su cuerpo hasta un punto de partida donde encontrase perdida la verdad en su cerebro. Solo encontró en el camino mentiras y más mentiras que se hacían verdades con un ritmo muy cansino tantas veces repetidas que parecían realidades. Pero llegó el momento que ya todo lo creía; perdió el conocimiento y la conversación seguía sin saber qué argumento era el que contenía. Y encontró la solución para todas las mentiras que en su vida escuchó; contestaba con mentiras y le daba la razón incluso a las esquinas; otro mundo no encontró. P. Garrido. 21-03-2024 Me paré a descansar
en la Acera del Casino, que en mi andar cansino ya no podía llegar hasta la Puerta Real; mas cuando al suelo miro se me escapó un suspiro que al cielo debió volar. Había al lado un letrero recordando a Manolo Anguita, un reportero que seguro no está solo mirándonos desde el cielo conversando con "Eolo". Le encargará al viento para que se traiga a "Graná" los mejores sentimientos y los deseos de paz a los que en este asiento lo venimos a visitar. Querido amigo Manuel te vengo a saludar con tu sombrero tirolés; sería bueno conversar en este banco que es oasis de sabiduría y paz donde diste más de una vez una clase magistral. P. Garrido. 20-03-2024 Qué pena llegar al monte
esperando el retorno y sin nadie en tu entorno porque perdiste el norte y lo poco que te importe puede ser algún adorno que se cuelgue a tu dorso sin un valor aparente. Con todo lo que te costó llegar a tal altitud donde solo te ayudó mostrándote gratitud el viento que te empujó porque se lo pediste tú. Ahora cuesta abajo después de perder tu yo, bajas sin ningún trabajo riendo, que se te olvidó todo lo que allí te trajo y el viento se lo llevó. Al final todas esa cosas que tenías como tesoro, se volvieron "mariposas" amarillas como el oro volando libres y hermosas por un olvido insonoro. P. Garrido. 19-03-2024 ÉL pensando,
ella también, dos callando ¿piensan bien; quién perdonando, quién es quién? ¿A quién culpamos de ese silencio que hace daño hasta en el viento que respiramos y al sentimiento que nos teníamos? No reconocen el ser culpables de amarse tanto; ya no hay roces ni gestos amables; solo hay voces. Y suspirando pasan el día, siguen callando; ¿quien sufriría? Siguen amando hasta que un día vayan olvidando; ¿hay todavía tiempo de arreglarlo? P. Garrido. 18-03-2024 Salió solo con su barca
un día a navegar y estando en alta mar vio cómo nubes blancas se volvían "colorás" y luego una oscuridad roja y negra de verdad cuando empezó a tronar. Se le erizó el cabello viendo los rayos caer y le tiró contra el suelo un madero del bajel que le pegó en el cuello y ya no pudo más ver. No sé los días que anduvo navegando a la deriva por aquella mar inmensa; cuando su conciencia tuvo se vio cerca de una isla con su playita de arena. Cogió el timón con fuerza y se dirigió a la playa y cuando llegó a tierra se apeó de la barca para buscar agua fresca donde refrescar su cara. Al fin encontró un arroyo con un agua cristalina donde había pececitos y se tumbó en el suelo para beber en la orilla y mojarse el cabello. Al terminar de beber, y levantar la cabeza lo que había delante de él lo dejó como de piedra; un gigante de papel que no se movía siquiera. Pero al tocarle empezó a moverse aquel muñeco que aunque parecía hueco en carne se convirtió y pequeño se volvió bien vestido y un sombrero sin saber de dónde salió. Y le dijo despacito al náufrago pasmado que andaba muy solito en la isla abandonado desde que era chiquito pero Dios lo había premiado. Hicieron sus presentaciones convirtiéndose en amigos en aquella isla solos; la selva con bendiciones les daba frutos e higos llenándolos de sabores. Así pasaban los días disfrutando su amistad jugando con pajaritos; pero el pobre quería volver hasta su ciudad donde estaban sus amigos. Repararon aquella barca que la tormenta rompiera y se fueron a la mar alta; desplegándose sus velas que habían dejado blancas en aquella mar serena. No se sabe dónde fueron con su barca a parar aunque juntos navegaron disfrutando su amistad, ni donde fue que llegaron navegando en alta mar. P. Garrido. 17-03-2024 Con palabras avinagradas
le ponía a su existencia objeciones de conciencia casi siempre infundadas por la envidia reclamadas por no tener una herencia para vivir la excelencia en otras vidas comparadas. Nadie elige el nacer o poderse reencarnar para llegar a la vejez sin tener que trabajar y sin ninguna escasez que te lo haga pasar mal. Posiblemente el que echa las cartas en tu azar, le ponga hora y fecha al destino que has de andar y si será tu cosecha para reír o llorar. Pero si tu no trabajas para poder mejorar, solo tendrás horas bajas donde ponerte a pensar las envidias y las quejas que no supiste arreglar. P. Garrido. 16-03-2024 El secreto de la vida
es el saber respirar y luego el aire soltar para que el que nos siga no pueda pasar fatiga y que pueda resollar; pues nunca debe faltar el aire que se respira. Que si quieres acaparar para ti todo el viento se pueden otros quedar sin aire para su sustento y se puede asfixiar si le falta un momento. No seamos agoniosos y tomemos el necesario que podamos necesitar y si somos generosos el que viene más despacio también podrá respirar. Y así seremos felices en un mundo que el viento sea muy bien repartido y comeremos perdices; pero siempre habrá intento que el viento sea vendido y nos harán infelices. P. Garrido. 15-03-2024 Durante toda una vida
calló por no molestar y cuando llegó al final quiso muy fuerte a voz viva denunciar su gran herida pero no sabía gritar después de tanto callar su voz tenía perdida. Y se llevó el secreto al patio de los silencios con todo el contenido que llevaba en su cerebro por unos perjuicios necios que le habían infringido. Podía haber gritado, pero enseñado a callar se tragó sus pensamientos y también fue dominado por el miedo a gritar su rabia a cuatro vientos. Fue por temor al pecado que despacio le inyectaron que no fue capaz de gritar maestro muy bien pagado a callar lo enseñaron siempre por miedo a pecar. P. Garrido. 14-03-2024 Solo le quedó gritar
la impotencia en su interior y comerse el rencor que fue tragando al andar entre tal calamidad, que sus gritos eran flor del caído en el fragor en batalla al luchar. Y para ahogar sus gemidos fue soltando los suspiros de otros gritos perdidos por disparos mal heridos que quedaron esparcidos por malas muertes a tiros. Muertes en los paredones por ideales malditos que no tenian razón de ser; muertes que unos ladrones encargaron a proscritos antes del amanecer. Y allí quedaron los gritos que reclamaban justicia en la tierra y en el cielo; voces que fueron los mitos dentro de una conciencia hasta quedar sin consuelo con una bala en la tierra. P. Garrido. 13-03-2024 Si quieres por ahí andar
y que todo te resbale, cuando salgas a la calle vístete de "presiglás" y aislado andarás con ese impermeable de lo que la gente largue que no te podrá alcanzar. Camina siempre erguido con la mirada al frente y con el paso marcial; sin escuchar al entendido que va siguiendo la gente y saben los va a untar. Qué pena de sentimientos que van donde sopla el aire en busca de buenos vientos que le ofrezcan un "socaire" donde poner sus cimientos y no los derribe nadie. Pero así es la vida, y cada uno se acerca el ascua a su sardina; el que del fuego se aleja, la suya no se le cocina y cruda será su cena. P. Garrido. 12-03-2024 Puso el Señor en el cielo
estrellas para alumbrar y la aurora boreal para darles el consuelo a los señores norteños que tuvieran claridad en la inmensa noche astral y que comieran los renos. Y te puso en mi camino para que pudiera envidiar el tonto de tu vecino que te mira sin parar cuando te vienes conmigo por las tardes a pasear. Cuando paseo contigo, me siento tan orgulloso que parece voy flotando; eres mi luz y mi sino y sería maravilloso vivir a tu lado amando. Y vivir con tus caricias muriéndome por tu amor y beber de tus delicias oliendo la misma flor y disfrutar las sonrisas que compartamos los dos. P. Garrido. 11-03-2024 Sentábase la "ranita"
a la orillita del río porque tenía mucho frío encima de una "losita" de una piedra muy bonita tomando el "solecito" que salía "calentito" calentando su carita. Por allí pasó un "ranueco" que la invitó a nadar por el río en su corriente; la rana le hizo un hueco para poderse sentar a su lado atentamente. Le dijo que no podía, que pensaba continuar a ver donde llegaría aquel río en su rodar ya que el pobre no salía nunca de aquel "cascajar". La "ranita" se lo pensó y lo quiso acompañar poniéndose a trabajar; para eso se construyó con una nuez que encontró dos barcas para navegar con remos y un pedal que sirviera de timón. Primero se vaciaron las nueces de su interior y la carne la guardaron para comer posterior en dedal que encontraron de una bellota superior. Estando ya preparados para empezar aquel viaje, se hicieron un buen traje de plástico reciclado que se habían encontrado para así no mojarse y para no marearse tomaron un preparado. La "ranita" y el "ranueco" se echaron a navegar por la corriente del río; en la nuez no había hueco para poderle cargar ni siquiera un comino. Llegaron a un pantano que tenían que atravesar y tuvieron que remar hasta la presa a mano aunque no podían pasar porque tenían que saltar aquel muro inhumano. Pusieron en una cesta aquellas nueces partidas y con las barcas a cuestas hicieron un paracaidas con unas hojas bien puestas para ser bien dirigidas. Se lanzaron por el muro y volaban por el viento bajando aquel murallón; amerizando en el río donde siguieron el intento de aquel viaje de acción. Allí se perdió su pista sin saber dónde llegaron; dicen que los divisaron alguien con muy buena vista por mares que navegaron en nueces que encontraron sirviéndoles de "barquita". P. Garrido. 10-03-2024 Realizando cabriolás
en un ambiente precioso de estación primaveral, volaba una mariposa de flor en flor eligiendo el néctar para chupar. Era tan desenfadada en su forma de actuar, que se echaba a volar sin ver que era observada por gorrión que acechaba desayuno matinal, pues tenía que alimentar en un árbol a su nidada. Y cuando se despistó la infeliz mariposilla, el gorrión la atrapó y la llevó a su pandilla donde a un crío se la dió para que hiciese boquilla. Al ver tanta hermosura que irradiaban los colores de la hermosa mariposa; abrió el pico la criatura y se escapó a las flores; se salvó por ser hermosa. P. Garrido. 09-03-2024 Cuando el tiempo te recoja
porque no puedas andar, no eches la vista atrás; corre antes que te coja aunque sea a pata coja y no te pueda alcanzar, porque te puede llevar a cruzar la línea roja. Porque si la línea cruzas más allá de lo que vemos, seguros no estaremos hasta adonde llegamos esperando sean maduras las frutas que encontramos. Aunque si por el contrario no hay nada que encontrar, no tendrás un comentario con quien poder comentar ni tampoco un contrario a quien poder contrariar. Así que por si acaso, disfruta con lo que puedas miéntras estés en este lado que el tiempo pasa volando y te lleva sobre ruedas si te pilla descuidado. P. Garrido. 08-03-2024 No se muere por amor,
porque si esto fuese así yo ya no estaría aquí; está muerto mi interior desde el día que tu flor no se abre para mí y no me importa morir pues muerto estaría mejor. Así, no habría sentimientos dentro de mi corazón que me hicieran sufrir; en el mundo de los muertos ya no hay curación que me pueda redimir. Hay en mi tantos pesares que vivo a tronpicones entre las penas y los males que me llevan a empujones a los abismos peores donde hay más nubarrones. Me muero en tus silencios y vivo por tus sonrisas cuando me las quieres dar y añoro aquellos besos que un día me ofrecías cuando me querías amar. P. Garrido. 07-03-2024 |
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Abril 2024
AutorPedro Garrido, a través de malacatonesdecortes. Categorías |