Se vistió con sus fatigas
por la mañana temprano y se dirigió al llano del "Campo el Rey" al pinar con su burro y su "morral" a hacer leña para el "amo", que tenía buena mano pero no te regalaba "ná". El "amo" nunca pagaba el trabajo con dinero, porque éste escaseaba y él estaba primero. Pero sí le permitía que si llenaba un carro, aquél burro que tenía cargara con un "chaparro" y ramas que las vendía en un pueblo más abajo. Tenía una clienta, dueña de un horno de pan que con las ramas calienta para poder "amasar"; recuerdo que mi "parienta" hacía "babollas" azucarás. Un día en el pinar, al pegarle un hachazo a un pino preseñalado que ya se podía cortar, apareció por debajo sin parar de "relatar" un duende muy cabreado. Le reprendió lo que hacía, porque aquella era su casa donde de siempre vivía y si el hacha la cortaba, ¿dónde otra encontraría para poner su morada?. El "leñador" fatigado del trabajo y de sufrir, lo apartó a un lado para poder proseguir haciendo leña "pal" "amo". Le contó que malvivía con el oficio de "leñador" y que al "Señor" le pedía que se lo llevara al "Sol". El "duende" arrepentido de haberle hablado mal, se abrazó a aquel pino donde tenía su "hogar". El leñador se sentó a la "vera" de aquel "duende" y con pena le contó, que el trabajo no le duele; pero que nunca le sacó el fruto que se merece. Entonces, el "duende" dijo; te lo voy a solucionar, te regalaré un "cortijo" en medio de este pinar si no cortas mi "cobijo" porque no tengo otro más. Y así, hablando hablando se fue escondiendo el sol y fue saliendo la luna; dicen, se llevó volando al pobre del "leñador" que tenía mala fortuna. Pero la verdad del "cuento" como el "duende" ya predijo; pues sucedió lo mejor y allí vive tan contento disfrutando en su "cortijo" tan feliz el "leñador". El "duende" quedó en su pino y aún vive por allí; que de la "Teja" un vecino, dicen que lo oyó reír. Mientras que unos se ríen llenos de felicidad; otros sufren de dolor y aquellos que no se rinden, les puede muy bien pasar lo mismo que al "leñador". P. Garrido. 31-7-2020
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Fui a regalarle mi libro
a un amigo trovero, pero no me conocía. Había "perdío" el equilibrio que tenía en su "cerebro" y a sus versos, no accedía. Se repetía en sus recuerdos y cuando me vio llorar; dijo que se recordaba de algunos de los momentos que echábamos de rimar los "trovos" de la Alpujarra. Le dije que era Pedro; y me contestó trovando, pero ya en "pareao". De conocerte me alegro y acababa preguntando porqué se había "olvidao". Me despedí; y de camino a mi casa fui llorando por culpa de los recuerdos; y pensando en mi amigo ya que el tiempo no es tanto en años que nos llevemos. P. Garrido. 31-7-2020 Estaba un niño inocente
trabajando de pastor con su ganado en el monte cuando llegó un buen señor que lo llamó por su nombre y con muchísimo amor. ¿Cómo podría aquel señor saber como se llamaba; y hablarle con tanto amor si no lo conocía de nada?. El niño un poco asustado al señor lo saludaba, porque era muy educado y el saludo no negaba a quien pasaba a su lado. Lo que el "Zagal" no sabía es que el señor llevaba en su espalda escondida un "alfange" que ocultaba para lucirlo en la fila en unas fiestas que contaba enteras se les dedicaban a nuestra "Virgen María". Con gracia el niño contó que él también era "moro" en fiestas de "Benamaurel"; y que también actuó en los "papeles" del pueblo con el mismísimo "Luz Bel". Escogieron del ganado las cabras más elegantes; las vistieron de "cristianos" e iban en la "puntalante" con espadas en las manos. A las ovejas, de "moros" con muy bonitos colores, les dieron unos "alfanges"; iban al frente los "carneros" como los grandes señores, desfilando muy campantes. A los "chotos" y "chotillas" les dieron unos "gorrillos" y bonitas "chilavillas" a juego con los "apargatillos"; hay que ver las maravillas de "pacos" con sus "paquillas". A las "cabras" veteranas, les dieron los instrumentos y los ruidosos "timbales"; y sus marchas soberanas servían de acompañamiento en desfiles "virtuales". Y así, "moros" y "cristianos" con los "pacos" a la cabeza, "cabras" y "ovejas" desfilaron en honor a la de la "Cabeza". De pronto se transformaron en príncipes y princesas todos los que desfilaron; y aquellas fueron las fiestas más bonitas que pasaban con todas sus galas puestas. Aquel "Señor" y el "Zagal", qué bien que se lo pasaron; pero se ve que volaron y nadie los vio volar; seguro que se marcharon a otro "cuento" a empezar, con su tropa y su "ganado" quizá en otro lugar; pero nunca se olvidaron de la "Alhanda" al bajar; seguro que allí lloraron con todos al desfilar y esos recuerdos pasados, no se pueden olvidar. Y así termina el "cuento" de un "ganado" en comparsas que "junticos" desfilaron. Yo, como lo vi lo cuento; y no lo toméis a "guasa", que os juro que es cierto. P. Garrido. 30-7-2020 Qué lejos está el pensar
de su plena juventud cuando nadaba en salud y no lo iba a alcanzar lo que venía detrás con tantísima prontitud como si fuese un alud queriéndolo arrollar. Era el tiempo que pasaba más rápido que su persona alcanzando su carrera; por supuesto, no pensaba que el tiempo, no perdona y la vida es muy ligera. Pero aún en la agonía de sus últimos momentos, se abrazaba a la esperanza; y aunque tiempo no tenía soñaba con monumentos por sus gestas y hazañas. Qué iluso es el humano que aún viéndose acabado nunca pierde el orgullo; y lo que toca su mano pasa a ser clasificado como si ya fuese suyo. P. Garrido. 30-7-2020 Quiero contaros un cuento
que dejo a vuestro parecer si es que lo queréis leer; pero yo digo que es cierto y que le pasó a un "tuerto" que no veía muy bien. Resulta que la "criatura", cogió un día el "borriquillo"; y montado en su montura, se fue todo "derechico" al pueblo de Extremadura; que como era tan "chico", se extravió la "criatura". Como el hombre no veía nada más que "pa" un lado, el letrero que escribía lo de aquél pueblo aislado, camuflado se perdía en el rosal de aquel lado. El "borrico" no entendía palabra del "diccionario"; si lo azotaban, corría, y si no, iba despacio. De pronto llegó la noche al "ojo" con el que veía, mientras en el otro tenía de tela negra un parche que de vez en vez subía para el sudor secarse. En su chaleco llevaba un ojo de cristal precioso, que solo se lo colocaba cuando le era preciso. Al ver que por el camino venía la gente andando, se puso su cristalino que en la noche alumbrando parecía el de un "felino". Cuando quiso preguntar a alguien por el pueblo aquél, la gente al verlo brillar se ponían a correr y no querían contestar; se parecía a "Lucifer". Llegó al cruce del camino y al bajarse del "borrico"; al salto, perdió su "ojico" y se quedó sin cristalino. Madre mía qué fatiga buscando entre las hierbas aquel ojo de cristal entre las zarzas que había; y con aquellas tinieblas, no lo conseguía encontrar. Hasta que al fin trasteando se encontró con su "tesoro" que estaba allí brillando en el medio de un hoyo. Fue y lo lavó en la fuente y se lo puso en el rostro; sintió un dolor muy fuerte pero veía más que el otro. No se podía explicar cómo veía mejor con el ojo de cristal que cuando tenía los dos. La verdad de este relato, es muy fácil de explicar; se encontró el de un "gato" que lo perdió al pasar. Desde allí por el camino, la gente huyendo salía; porque el ojo del "minino" el de un "tigre" parecía. Y ahí tenéis a mi "tuerto" disfrutando la criatura, con su ojo muy bien puesto camino de "Extremadura"; yo como lo vi, lo cuento sin exageración ninguna. Y si os gustó el "relato", no lo vayáis a contar que no se entere aquel "gato" y lo venga a reclamar. P. Garrido. 29-7-2020 En la nación de Bulgaria
había un gigante que vivía el pobre como podía en la inmensidad helada de una llanura aislada que tan solo producía el musgo que desprendía un bosque que miedo daba. Un día se atrevió a entrar por si dentro encontraba algo que lo sustentara y leña para calentar las paredes de su hogar, pues con el frío tiritaba y todo se congelaba con mucha velocidad. Pero allí vivía una bruja que a todo el que entraba en el "puchero" lo cocía. Aunque la bruja "Curuja" jamás se imaginaba que el gigante no cabía. Y al no poderlo cocer, pensó que sería mejor convertirse en su mujer y así podrían los dos dormir "junticos" y obtener del uno al otro su calor. P. Garrido. 29-7-2020 El hombre empezó a escribir
cosas que no le gustaban y arrugando los papeles los arrojaba por allí y en el suelo se quedaban en bastantes cantidades. Llegó a llenar su despacho tanto que no podía andar, pues ya no quedaba espacio para poder caminar; teniendo que andar despacio mirando donde pisar. Tanta "penurria" escribía en aquella habitación, que pisándonla reía; aunque en su corazón el "escritor" se creía que encontraría una razón para escribir cualquier día lo que sería su "salvación". Hasta que un día vino a verle "duende" de lo más profundo que imagina uno del mundo y de camino a traerle un relato que leerle en un libro de "inframumdo" con un olor "nauseabundo"; que llegaría a perderle. Al abrir aquel "volumen" empezaron a salir escribanos con sus "bolis" y empezaron a escribir. Solo tenía que dictarles mientras ellos escribían; él revisaba papeles y en sus manos los oprimía tirándonlos a las paredes y allí ya no se cabía. Cuando acabó de escribir la historia que deseaba, se echó el poeta a dormir; y entre papeles estaba, cuando vio alguien venir; un "Hada" que lo buscaba. Cogiéndolo de la mano se lo llevó a caminar por las praderas de Mayo; y lo llevó a un lugar donde pastaba un caballo listo para cabalgar. Era un caballo "alado" el que en la "hierba" pastaba; y en el "corcel"se montaron el poeta con su" Hada ". Y subidos a sus lomos empezaron a volar llevándose tantos " tomos" que tuvieron que dejar; donde al final nos vamos, nada te puedes llevar. Dicen que la casa ardió porque el escritor fumando escribiendo se durmió; pero allí no han encontrado nada de lo que escribió; el cuerpo se fue volando en un "cuento" que escribió cuando estaba terminando con el "Hada" que inventó. P. Garrido. 28-7-2020 Con el sueño de aventuras
que tenía en su corazón, se lanzó en una explosión hacia las grandes alturas donde vivían las criaturas más altas de la creación; y con mayor puntuación en amores y ternuras. Eran "Seres" fabulosos, dorados y resplandecientes que volaban por doquier; y en su volar, tan graciosos, con sus caras sonrientes y rubios como la miel. Eran "Ángeles" de Dios, mandados por un "Arcángel" cuidando de la humanidad. Allí, sólo había amor; y siempre, un amanecer de los rosales en flor. Cuando llegó a aquel espacio, no se quería volver de un sitio tan excelente. Fue rápido y no despacio que despertó de una vez de aquél sueño de repente. P. Garrido. 28-7-2020 Cuando alguien te regala
desinteresadamente el favor de su amistad; la cosa está muy clara, o es que él es excelente, o tú, no te quedas atrás. La amistad no se compra porque no tiene medida ni un cuerpo que pesar ya que es un sentimiento. Si la buscas y la encuentras cuando la tenías perdida; abrazarla y ya verás cómo te sientes contento. Es tan buena que a veces la llevas en tu propia sangre y te corre por las venas. Es la que salva con creces si te surge algún "vinagre" que te ocasione tus penas. Pues es incondicional; se tiene, o no se tiene, así es eso de sencillo. Disfruta libertad total, el cariño la mantiene y la inspira un "duendecillo". P. Garrido. 27-7-2020 Se presentó de repente
cuando estaba "almorzando" a la sombra de un olivo, un hombre con un abrigo para mí que muy caliente que venía caminando, hasta que llegó y me dijo: muy buenos días amigo, muy cordial saludando. Le pregunté si quería y se sentó a comer como si de "toa" la vida me debiese de conocer; y me dijo que venía andando desde amanecer. Mi "borrica" que comía allí al lado "botiazo"; ponía las orejas de punta; y a mí, la piel de "gallina" se me notaba en los brazos; no sé quién tenía la culpa. Pero yo por si acaso, no perdía la hoz de vista por si surgía algún fracaso; brillaba y estaba lista para alargar el brazo rápido como una "bicha". El buen señor que notó que algo me "recelaba"; me dijo, no pasa nada y de esta forma me habló: Vengo de un mundo lejano donde no hay "rastrojos" ni las hierbas en los suelos; todo lo tienes a mano y disfrutas con los ojos viendo frutos muy buenos. No tienes que cortar "zarzas" porque no hay "ribazones", ni nadie tiene razones para poner caras largas. La burra soltó un "rebuzno" y aquel hombre la miró, le soltó un soplo profundo y la burra se durmió. Entonces vi que la hoz en el aire se alzaba y en lo alto se colgaba de aquel olivo en flor que olía a aceite y jamón porque al lado un "zancarrón" toda la "pringue" soltaba, haciendo un "manchurrón" que el suelo se manchaba. Empezaron a acudir allí tantos "moscardones" que no se podía vivir; picaban como "avispones". Yo salí de allí corriendo por el río a "cuatropiés"; y tropecé con un pez que también venía huyendo. Me agarré a su "aleta"; y aquello era volar hasta llegar a la "presa" que no podíamos saltar. Menos mal que allí estaban Pepe, Chapao y Juampedrico y del agua me sacaban que estaba casi "ahogaico"; con escalera que acababan de hacer los tres "solicos". Nos subimos para el pueblo y para qué voy a contar; nos fuimos al "Víctor" luego y echamos la "ligá" con aquél vino tan bueno y unas tapas "pá" rabiar. Y si no creéis el cuento que acabo de contar, a "Juampedrico" que es serio le podéis preguntar; ya veréis como es cierto y que no os va a engañar. P. Garrido. 26-7-2020 El río de mis palabras
me llevó algunas veces a nadar entre los peces libres, por tan bravas aguas, que destruían mis piraguas dándome de fuertes "coces" unos "cuádruples" feroces que rompían mis "entrañas". Sin embargo, había otras que me hacían flotar en tan débiles "telarañas" con tan bella suavidad, que sentía cosas extrañas que no podía expresar. Las palabras son caminos que te pueden transportar donde quieras, con decirlo. O te llevan a destinos preciosos para soñar que no puedes ni creerlo. Cuidado con las palabras que sueltas alegremente, pues le pueden salir alas que hagan daño a la gente y ya no puedas borrarlas. P. Garrido. 26-11-2020 En los tiempos de hambres,
venía del Pozo Alcón un arriero con carbón; y al pasar por los pinares entre los densos ramajes, con su burro se perdió y de pronto apareció en unos bellos parajes. Allí, el hambre no existía; por los ríos, corría miel y en los árboles había toda clase de delicias; las brevas, no tenían piel y había fruta colorada que te la podías comer sin tener que pagar nada. Se fue el arriero a lavar las manos en el arroyo y vio a los peces nadar tan felices de buen "rollo". Cuánto disfrutó comiendo todo lo que el hombre quiso; y lo hacía libre viendo que no tenía compromiso. Mientras, comía su "borrico" la "yerba" de la pradera; pero no había un "pajarico" que le cantara siquiera. Era un mundo silencioso con muchísima comida, pero sin música "soso" porque no tenía alegría; y el carbonero ansioso salirse de allí quería. Salió de allí a "cuatropies" y se volvió a "Pozo Alcón"; ¿y a que no sabéis qué fue lo que le pasó?. Que su mujer le sacaba merienda para el camino que de nuevo empezaba y volvía todo al principio. Pero esta vez dio la vuelta por "Cuevas", era más llano y no había tanta cuesta por el muro del pantano. Llegó hasta Benamaurel con las seras del carbón y allí se puso a vender hasta que se le acabó. A la hora de volver con el burro de la mano, no sabía si echar otra vez por el camino del llano, o volver por el pantano por donde le fue tan bien. Venía "montao" en su borrico cuando yo me lo encontré, le di agua de mi "botijo" y en conversación entré. Fue cuando me enteré de ese sitio milagroso que encontró en el pinar; y por más que lo busqué para ver si era precioso; pues no lo pude encontrar. Lo que sí me encontré, fueron varios esqueletos de peces que "indagué"; y eran de otros tiempos. P. Garrido. 25-7-2020 Por más caminos que había
donde poder elegir, me tuve que decidir por aquél que contenía tanta piedra, que dolía hasta el "alma" por allí; y lo tuve que sufrir porque la elección fue mía. Luego, no pude volver porque sobre mis pisadas vertieron tanta "porquería", que no se podían ver porque me fueron borradas y allí quedaron perdidas. Así anduve por la vida pensando en otro camino que pude haber elegido; creyendo que en él podría haber encontrado un sino que me hubiese convencido. Aún sigo caminando sin saber qué encontraré cuando llegue a mi final. Espero haber encontrado lo que en mis noches soñé; ¡El Paraíso Terrenal!. P. Garrido. 25-7-2020 Salió a la calle de un salto
porque de pronto escuchó un porrazo que pegó en el suelo un aparato, que venía de lo alto cuando en el suelo chocó, dándole un "sobresalto". Del aparato salieron "marcianitos" a montones; y juntos el pueblo barrieron, incluso por los rincones todo limpio lo pusieron; y colgaron en los balcones colchas de verde y morado. Quedó el pueblo precioso todo bien engalanado; y entonces bajó un hermoso caballo blanco alado con un cuerno muy precioso en rosa, bien colocado. Montada en el "unicornio" iba una "princesa" hermosa, mezcla de miel y de rosa; y yo doy "testimonio", que su cara era preciosa. La seguía un batallón de músicos e instrumentos, tocando una canción que envolvían los vientos; Dios mío qué emoción sentí en esos momentos. De pronto empezó a llover con un agua "torrencial" que no se podía ni ver; Jesús qué barbaridad. Y salieron los torrentes que desbordaron los ríos que venían de la sierra; y se hicieron tan potentes que arrasaban "caseríos" sembrándolos de miseria. Y la "tromba que cayó, casi todo se lo llevó arrastrándolo hasta el mar; la "princesa" y el batallón de músicos y lo demás, dejando la población desierta y "asolá". Solo quedó aquel vecino que se asomó a la puerta cuando escuchó el porrazo; y aquella era la respuesta de un bonito "lobazo". La criatura se acostó a "sobar" la "pea" pillada; y cuando su mujer lo llamó a otro día por la mañana, en la calle no encontró absolutamente nada. Se tuvo que levantar para irse al "esparto" y así poderse ganar el jornal echando un "rato". Y cuando volvió al pueblo, ya no volvió a beber aunque el vino estaba rico; se acostó temprano; y luego se echó a soñar otra vez, pero fue con su "borrico". P. Garrido. 24-7-2020 Se le rompió el cantarillo
de tanto ir a la fuente porque el roce frecuente que tenía en el pilarillo lo fue gastando un "poquillo" y se rompió de repente cuando pasó por el puente; cómo lloraba el chiquillo. Volvió a la cueva llorando pensando que su mamá le podría regañar; pero cuando iba llegando se encontró un animal con cántaros en cantidad. El hombre que lo llevaba le preguntó si quería ayudarle a descargar; el muchacho le ayudaba y por lo cual recibiría un cántaro como jornal. Nunca pierdas la esperanza si tienes buen corazón, Dios te protegerá. Él sabe jugar su "baza"; y si llega la ocasión, seguro que te ayudará. P. Garrido. 24-7-2002 ¿Te acuerdas compañero
cuando fuimos a pescar a la orilla de la mar y tú pescaste un "mero" sin dártelas de "embustero" que pesaba un poco más que de grano un "costal"; y que se tragó tu anzuelo?. Yo, que estaba a tu lado te quiero dar la razón; ¿era un "mero" apañado, o quizás era un "cazón"?. Lo traías en un "sedal" que tenías del veintidós en las cañas de pescar de las que tenías dos. De pronto abrió la boca y se vino hacia nosotros haciendo una gran "ola" por lo menos de dos metros que venía hacia la costa donde estábamos puestos. Te dije: Manuel, que viene, que nos va a devorar con esa boca que tiene; y entonces vi de verdad que era "rape" y los dientes, que tenía dos "hilás". Venía el "bicho" nadando que parecía un "tiburón"; pero Manolo mandando pegó a la "caña" un tirón que lo dejó "desmolado" y el pez, sintió gran dolor. Entonces se echó a llorar el pez con boca de "viejo"; ¿Cómo iba a cazar los peces en mar abierto?. Manolo me dijo, amigo, creo que obramos mal; si estás de acuerdo conmigo le debíamos de reparar el daño a este "bicho" al quitarle su "molar". Cogimos piedras en la playa de Calahonda afiladas y en la boca a dos "filadas" se las pusimos pegadas. Las cosimos con sedal y tenía tan buena vista que no le quedaba mal; yo creo que ni un dentista lo hubiese hecho igual; un trabajo de "artistas". En el espejo del mar vio el "pez" su dentadura y no se veía tan mal con aquella estructura. Le quitamos el anzuelo que se había tragado y le empujamos luego al mar y se fue a nado. Manolo estaba llorando por el trabajo bien hecho; yo, lo estaba acompañando; el que tenemos buen pecho, siempre estamos arreglando. El "pez" se largó cantando; yo creo que pasó el estrecho y se fue al océano; a Calahonda no ha vuelto. Dicen lo han visto nadar por todos los océanos y todos pueden admirar lo que unos" cirujanos" en Calahonda al final le hicieron buenas manos. P. Garrido. 23-7-2020 Lo nombró corresponsal
de la miseria humana; y tanta vino a encontrar que temprano en la mañana iba de uno en otro lugar viendo de muy mala gana esa miseria humana que ni podía relatar. Encontró tal cantidad de falsedades y engaños, que un par de vidas y sus años tendría que necesitar para poder explicar el montón de desengaños y vidas con muchos daños que tendría que reparar. Y acabó por aburrirse de miserias cochambrosas que no podía evitar. Casi prefería morirse que ver cosas horrorosas que se tenía que tragar. Al final se encerró con muchas de sus vivencias en oscura habitación. Pero nunca se olvidó de las malas experiencias que vivió su corazón. P. Garrido. 23-7-2020 A principio de los veinte
y del siglo veintiuno; Vino un "Virus" inoportuno que se llevaba a la gente ya que era muy "potente"; y si le mordía a alguno, tenía bocado "perruno" cuando hincaba el diente. Yo que lo estoy viviendo y pasándolo tan mal con todas las "restricciones"; tan cerca lo estoy sintiendo que nunca pensé jamás, vivir en estas condiciones. Primero nos encerraron dejándonos un horario para salir a pasear; no éramos "presidiarios" pero solo ir a comprar era casi un "calvario". Por las tardes a los balcones salíamos a "aplaudir" la labor del "sanitario" que con bellas "ovaciones" no dejaban de insistir; la mascarilla, a diario. Los que en nuestra familia no tuvimos "defunciones", seguíamos en nuestra silla sentados en los balcones, que era cosa sencilla siguiendo las "ovaciones". Pero el quien alguien perdió y no pudo despedir; tuvo que llorar y sufrir mientras al pobre se enterró y casi nadie asistió porque no se podía ir. Que pena que un "Bichito" tan "chico" que no se nota sea tan "borde" y "maldito" y tenga tan mala "pata"; si te da un "bocadito" de seguro, que te mata. Dicen que lo han inventado para dar una lección de humildad al poderoso; y en el mundo lo han echado para matar a un millón ya seas rico o "piojoso"; quiero decir en mi expresión, que no hay "gel" milagroso que salve la población de este "Virus" penoso. Y mientra, los mandamás, tirándose "recaditos" de yo lo haría mejor; de esto, no quiero hablar, porque se me va el "piquito" y eso sería lo peor. Aunque lo peor del caso sería para la juventud que se quede sin trabajo viviendo de la "gratitud" si tienen abuelo a su cargo. ¿Qué porvenir les espera a nuestros hijos y nietos si esto no se supera y el "Bicho" no se está quieto?. No me quisiera parar a pensar qué pasaría si no se puede trabajar. ¿Qué será de la "economía" y quién nos va a ayudar si ahorros no se tenía?. Si miramos para Europa; todos tienen sus problemas; se bañan y guardan la ropa por si alguien se la lleva; y a quien le quede muy poca que apechugue con su tema. Si no me escapo, al final, quiero dejar esta escritura; y de este modo avisar para que en vida futura no vuelva esto a pasar; hay que invertir en "cultura" en vez de en guerrear. P. Garrido. 22-7-2020 A mí se me antojaba
que con solo desearlo conseguiría lograrlo, pero me equivocaba; pues no estaba la ensalada para vinagre del malo, ni remolacha ni nabo que bien la condimentara. Cuando hay más ingredientes de los que uno necesita para hacer buenos guisados, hay veces que los recipientes están de moda pasada y no son los adecuados. Por eso dicen que Dios le de demasiadas nueces a quien no puede "roerlas"; y si te sobra de "tó", habrá infinidad de veces que no sabrás cómo cogerlas. Tanto tiene el que "tó" lo tiene como el que "ná" necesita, porque van en paralelo; y a veces lo que te conviene, es tan solo una sonrisa y se te escapa al vuelo. P. Garrido. 22-7-2020 Lo bien que en cama estaba
y me tuve que levantar para ganarme el jornal que en la siega me ganaba segando desde "madrugá" una "maná" y otra "maná" hasta completar un "haz"; y enseguida, otro más hasta la noche "cerrá". Me preparé la "borrica" y me fui barranco abajo hasta que llegué al "tajo" que había en la finca de aquella gente tan rica que habían heredado; y yo tenía mi trabajo. Cuando acababa la siega después venía la trilla y "seguío" el "aventao"; allí siempre había "briega" con caballos o mulillas, o guardando el "ganao". Y ahí fue que me pasó lo que os voy a contar; que un cordero se perdió y cuando lo fui a buscar, vi como el animal entró al lado de la "majá" en un hueco que encontró. Se le escuchaba "balar" en aquel "antro" oscuro y fui corriendo detrás; pero al no estar seguro pensé que iba a parar; y no lo pensé un segundo. Pero al pararme en seco, fue cuando pasé apuro; pues se me abrió el suelo y quedé "sentao" de culo en lo hondo un agujero. Apareció un "personaje" con el rostro muy risueño vistiendo un raro ropaje que parecía de "diseño" pero no era un "traje" sino de seda el paño. Vestía túnica dorada y tenía tres "deos" "na más" llevando muy bien colgadas en las espaldas por detrás "atravesás" dos espadas con unas luces "colorás". Me puso el dedo en la frente y de pronto presentí que algo me quería decir, aunque no era elocuente pero le vi en un pendiente algo como relucir que parecía un diamante; o eso me pareció a mí. Me habló por "telepatía"; y era muy divertido lo que aquel "bicho" decía de regalarme un "vestío" si se iba y lo seguía a un alejado sitio de donde aquel "ser" venía; y me regaló un "anillo" que mucho poder tenía. Me lo colocó en el dedo y sentí una fortaleza que no llegaba a entender; cuando de pronto el cordero le topó con la cabeza haciéndolo desaparecer. Abracé a mi "corderillo" y salí del "agujero"; pero en la mano el anillo, lo llevaba en mi dedo. Lo dejé en la "majá" al pobre del "corderillo" y me fui "pa mi chambao"; y cuando lo vio mi "mamá", me preguntó que el "anillo" dónde lo había "comprao"; yo le contesté con "guasa", que me lo había "encontrao" y que no dijera nada; que me venía ni "pintao". P. Garrido. 21-7-2020 El día que nuestro planeta
se dé cuenta del destrozo por meterlo en este pozo; nos cerrará bien su puerta y nos dará en "toa" la "jeta" un fortísimo portazo más fuerte que un "estacazo" por el mal que le hemos hecho. Y entonces su venganza será terrible y directa privándonos de recursos. Nos vendrá la gran "matanza" y la exterminación completa sin escaparnos ningunos. Sólo quedarán en la tierra las células en el fango para empezar nueva vida. No habrá ni paz ni guerra hasta que el tiempo sea tanto que toda mente olvida. La tierra, se reciclará; y nacerán nuevas vidas evolucionando de nuevo. Y nuevos "dioses" inventarán que alimenten almas vivas por necesitad de un "credo". P. Garrido. 21-7-2020 Me paré en el camino
a descansar un momento donde había un "mendigo" con quien compartí asiento; le dije, buenos días "amigo" y empecé a hablar del tiempo; que ya no era lo mismo, que el calor venía corriendo. Me preguntó de dónde era, le dije, de Benamaurel; de donde era mi mujer, aunque un día naciera en Cortes, bonita tierra donde vine a crecer. Qué razón tienes "amigo" me dijo con palabras ciertas casi al instante el "mendigo"; pues eso de las "carretas" se está cumpliendo contigo; tiran menos que dos "tetas". Dije, nos habían "cambiao" al "Nene" el "Porras" y a mí por el maestro Don Francisco que puso su escuela allí; y era bastante más listo. Luego se puso a contarme, que mucho había "viajao" en un circo al "enrolarse" con todo el gasto "pagao"; incluido también el viaje. Que había visto la China; y que conocía "Jauja", los perros comían "cecina"; y que conoció una "bruja" que se llamaba Adelina, que se parecía a la "Curuja" y era buena en la cocina. En tanto lío se "enrolló"; que ya no sabía si el viejo me estaba dando un consejo, o en su historia me metió como a él le pareció, que yo me creí el "conejo" que sacaba del sombrero y luego desapareció. Como había "llegao" la hora de tomar el aperitivo, le ofrecí mi "cacerola" donde llevaba el "chorizo"; y de "pescao" unas colas que mi mujer me había frito. El hombre empezó a comer y tantísimo le cundía; que en su boca no cabía tanto a mi parecer; pero comía y comía que dejó en un dos por tres mi "perolica" vacía. Por la barba le "escurría" la "pringue" hasta la barriga; y el caldo de una sandía que llevaba en mi mochila, en su ombligo se veía. Luego me pidió un cigarro y pegó dos "bocanás" dejándose por allí escapar un olorcillo a "chorizo" que si del cuello lo "pillo" no hubiese respirado más aquel "mendigo" tan "guarro". Pero me armé de paciencia y lo dejé descansar en una placentera "siesta"; qué bién le sentó al "patán". Yo que estaba cansado, también me quedé dormido; cuando de pronto, "espabilo" y ya no estaba a mi lado; ¿dónde se habría metido aquel dichoso "mendigo", se habría "esfumado"?. Quien a perro ajeno da su comida sin mirar, pierde perro y pierde pan; y el cuento que iba a contar, se me quedó en el "Zaguán". P. Garrido. 20-7-2020 Cuando se apagó el sol
que alumbraba su esperanza, perdió toda la confianza que tenía en su calor y se le secó su flor. La flor que lo animaba a vivir por un motivo que se quedó en el olvido mientras que él caminaba sin luz que lo alumbrara para buscar un destino que lo llevara al camino que un día tanto gustara. Se quedó todo en silencio y en total oscuridad donde antes había luz. Y en silencio, el desprecio se hizo con la autoridad cargándole pesada cruz. El mundo quedó en penumbra cuando el sol se apagó y no se volvió a encender. Y si el sol, no nos alumbra; apaga y vámonos, que aquí no hay nada que hacer. P. Garrido. 20-7-2020 Este cuento que me ocupa,
tiene un final "horroroso"; y se trata de un gran "oso" que fue quien tuvo la culpa; pero si usted me disculpa, esto que es tan penoso lo dejo y le doy paso si el "relato" me gusta. Había un "espartero" que arrancaba esparto a la orilla de un gran "tajo" mientras el "borrico platero" jugando echaba el rato con un perro y un gato que tenía el rabo negro. Pensaron en escaparse en busca de aventuras, mientras el amo trabajaba; y antes que se lo pensasen corrieron por las llanuras ya del amo se alejaban. Iba el "borrico" a pelo; y el perro iba montado con el gato a su lado hincándole en el "pellejo" sus uñas en el costado. Como le hacían "cosquillas", el "nano" empezó a reir con los dos a las costillas que empezaron a "reñir". Se echó la noche encima y enmedio de la oscuridad, como andar no se veía se tuvieron que parar; y ahí fue donde vendría el doloroso "avatar". Apareció el gran "oso" erguido como un gigante en sus dos patas de atrás; era feo y peligroso y como tenía hambre, pues se los quería "jalar". El "borrico" se vistió con traje de fortaleza; el perro y gato, subieron encima de su cabeza y así, los tres parecieron animal de mucha fuerza. El burro le dio una "coz" al oso en la "pantorrilla" y el gato le arañó junto al ojo en la mejilla. Soltó un "quejido" horroroso enmedio de la oscuridad; la carne se ponía de "pollo", Jesús qué barbaridad; y echó a correr el oso con su "carita" rajá. Entonces acertó a pasar por allí una mariposa que viendo al oso llorar le propuso una cosa; ¿porqué no hacemos la paz?. El oso lo vio muy bien y volvieron donde estaban los otros tres animales haciéndose amigos también y así fue como comenzaban unas bellas amistades. Vosotros os preguntareis; ¿no era un cuento horroroso el que nos ibas a contar?. Espere que lo entendáis, pero así está más gracioso y me gusta un poco más. Aunque seamos distintos en la forma de sentir; podemos ser "amiguitos" y seremos muy "feliz". P. Garrido. 19-7-2020 Prendiste mi corazón
con una sola mirada cuando aquella mañana, te regalé una flor que encontré en un surtidor creciendo junto al agua y en su cristal se miraba con su aroma y su frescor. Sentí como los "jilgueros" que picaban las semillas en aquel alrededor, cantaban entre los almendros que daban sus maravillas con todas sus ramas en flor. Alcé los ojos al cielo porque pensé que una estrella era la que me miraba; y vi como un lucero, como era la más bella, de la mano la llevaba. Era tan hermoso el sueño, que no quería despertar de "sopor" tan placentero; y me sentía en el cielo en la inmensa claridad de una estrella y un lucero. P. Garrido. 19-7-2020 |
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Abril 2024
AutorPedro Garrido, a través de malacatonesdecortes. Categorías |