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Posteriormente, de época Neolítica tenemos varias cuevas, entre las que sobresalen las del “Cubete”, que sin duda alguna estuvieron habitadas largamente, y que respondían a la necesidad de protección que experimentaban los pueblos de origen pacífico, frente a vecinos superiores en organización y ornamento o bien contra animales feroces. La cerámica aparecida es basta y de gruesas paredes; su decoración presenta impresiones digitales, pozones y cordones de barro.
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Hachas de piedra pulimentadas se han encontrado en los alrededores de estas cuevas, así como toscos molinos de mano, formados por una piedra plana que actúa como fija y otra globular, que por frotación y accionada a mano, molería los cereales. Tanto los molinos, como las hachas de piedra nos hablan de una agricultura rudimentaria, que indudablemente debía practicar junto con la ganadería.
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El proceso de expansión que tuvo la “cultura de Almería”, alrededor del año 2.000 a.C. “Gardel”, “Millares” etc.. derivase de dicha cultura el uso de los metales se supone que esta zona ribereña del Río de “Cortes” – El Río Castril- estuvo bajo su influencia, habiéndose encontrado gran número de objetos de cobre y bronce en las cuencas y mesetas de Cortes de Baza, en las “Rutas del Neolítico”, tiempo éste en el que, desde el Almanzora (Almería) hasta el paso natural de Tíscar (Jaén), nos atraviesan hombres en busca de metales (de cobre fundamentalmente). La denominación propia de estas épocas es Eneolítico, época en que se utilizan el metal y la piedra tallada y pulimentada simultáneamente.
Han sido numerosos los hallazgos de hachas pulimentadas y cuchillos de sílex, así como aderezos y armas de cobre en Cortes de Baza. De la edad del cobre contamos con un asentamiento en un período comprendido entre los años 2.500 y 1.500 a.C. aproximadamente. |
Dentro del Argar, contamos con vestigios de dos o tres asentamientos, cuya fundación estuvo relacionada al igual que otros mas antiguos, con la comercialización del cobre, muy preciado entonces; para ello se buscaron puntos estratégicos que hoy se pueden contemplar, desde los cuales se pudieron controlar los caminos y vertientes que unían las zonas de producción de dicho metal con los centros de consumo principales.
En la Protohistoria, los pueblos colonizadores: Fenicios, Griegos y Cartagineses, dejan sus huellas en nuestro municipio con abundantes testimonios de cerámicas ibéricas que conviven siempre con cerámica griega y púnica, fruto de las transacciones comerciales con fenicios y griegos al ser zona de tránsito entre el Mediterráneo y los núcleos mineros de Sierra Morena, a través del Puerto de Tíscar, entre los siglos VI y II a. C.
De época romana han quedado numerosos vestigios en el paraje denominado “Llano del Tablón” a poca distancia de Cortes, donde fue descubierta en los años cuarenta una importante villa romana que patricios romanos realizaron, donde aún se conservan los restos de sus termas, cerámicas, columnas, ...
Durante la dominación árabe, al igual que otros municipios de la provincia, Cortes no era más que un pequeño núcleo de población, surgido a la sombra del Castillo, que como torre vigía oteaba el valle del Río de Cortes y a cuya sombra encontraban refugio los moradores de la zona.
En 1.231, el arzobispo de Toledo, Jiménez de Rada, ataca la villa de Quesada y sus castillos cercanos. Ante el avance de las tropas cristianas, los musulmanes huyen y sus lugares y tierras son destruidos totalmente con el propósito de que no sirvan de refugio en caso de nuevas invasiones, ensanchando la franja fronteriza entre ambos reinos. Las plazas de Orce, Cúllar, Cortes y Galera y otras de la comarca de Baza fueron ganadas por los cristianos en 1.243-44, aunque la posesión fue poco duradera.
Ibu al-Alhamar fundador de la dinastía Nazarita, asegura el trono de Granada ay mantiene excelentes relaciones con el rey Castellano Fernando III. Desde 1.248 a 1.261 Alhamar dedica especial atención a organizar el sistema defensivo y reparar las fortalezas estratégicas, para lo cual recorre todo su territorio. En estas fechas se fortificó el Castillo de Cortes, formando parte de la red defensiva que desde Tíscar hasta Vélez-Blanco serán los puntos neurálgicos con la frontera del Reino de Murcia.
En 1.440 Cortes está despoblado a causa de la guerra.
La conquista definitiva tuvo lugar a mediado de 1.488, en el inexorable avance de los Reyes Católicos sobre Granada, y poco antes del asedio de Baza.
La conquista definitiva tuvo lugar a mediado de 1.488, en el inexorable avance de los Reyes Católicos sobre Granada, y poco antes del asedio de Baza.
Los Reyes Católicos dieron a Mohamed y a Alí-Abdulín, Castilléjar y Cortes en Real Cédula, dada en Porcuna el 19 de mayo de 1.489, refrendada por el Secretario D. Hernando de Zafra con autorización del Canciller D. Rodrigo Díaz.
La mayoría de los lugares conquistados fueron objeto de mercedes en señorío. Cortes y Castilléjar como vimos anteriormente pasaron a manos de Mohamed y Abduladín, como vimos en las Capitulaciones, ambos lugares formaron parte del Señorío cedido al Condestable de Navarra, Don Luís de Beaumont, en 1.495, también entraron en él Freila y Zújar que no volvieron a la jurisdicción de Baza hasta 1.501, a causa del cese del acuerdo con el Condestable.
Orce y Galera eran de D. Enrique Enríquez, también Alcalde de Baza y el Secretario de los Reyes, Don Fernando de Zafra, recibió Castril.
Volviendo a nuestro pueblo, los moros Mohamed y Abduladín, vendieron la Villa de Cortes por escritura pública a D. Enrique Enríquez, mayordomo mayor de los Reyes Católicos, el 7 de octubre de 1.490, por 400 Maravedíes.
La mayoría de los lugares conquistados fueron objeto de mercedes en señorío. Cortes y Castilléjar como vimos anteriormente pasaron a manos de Mohamed y Abduladín, como vimos en las Capitulaciones, ambos lugares formaron parte del Señorío cedido al Condestable de Navarra, Don Luís de Beaumont, en 1.495, también entraron en él Freila y Zújar que no volvieron a la jurisdicción de Baza hasta 1.501, a causa del cese del acuerdo con el Condestable.
Orce y Galera eran de D. Enrique Enríquez, también Alcalde de Baza y el Secretario de los Reyes, Don Fernando de Zafra, recibió Castril.
Volviendo a nuestro pueblo, los moros Mohamed y Abduladín, vendieron la Villa de Cortes por escritura pública a D. Enrique Enríquez, mayordomo mayor de los Reyes Católicos, el 7 de octubre de 1.490, por 400 Maravedíes.
El 26 de agosto de 1.498, se reúnen en Baza el Licenciado D. Diego López de Trujillo, Corregidor de las ciudades de Guadix y Almería para resolver el conflicto entre el lugar de Cortes y la Ciudad de Baza por Campocámara; oídos los argumentos de ambas partes, sentencia a favor de D. Enrique Enríquez, por lo que Campocámara es suyo en 1.499.
El 24 de abril de 1.504, los Reyes Católicos, acabada la reconquista, confirmaron la jurisdicción civil y criminal de Don Enrique Enríquez sobre Cortes.
Enrique Enríquez de Guzmán, por Escritura de 17 de junio de 1.585 ante el escribano de Baza D. Valentín Jiménez dio a perpetuidad y para siempre jamás, al concejo de vecinos moradores que entonces eran y en adelante fuesen de la citada Villa de Cortes para sí y sus sucesores todas las suertes, haciendas, casas, huertos morales, árboles frutales y tierra de riego y de secano labradas y por labrar, exceptuándose el Campocámara, Molino, Horno y Mesón, con dominio del Señor del dominio directo, árboles silvestres y campestres y cualquier salto de molino que se reservó para sí el referido Señor Don Enrique Enríquez de Guzmán, determinando que por la dación de los expresados bienes habían de pagarle anualmente un diezmo de todos los frutales que se llaman de pan, así como también de las semillas, hilazas, frutas y hortalizas, sin perjuicio del diezmo de la Iglesia.
Los vecinos no podían vender, ceder, etc. a persona prohibida por la ley, y de hacerlo sólo a persona lega, llana y vecina de la población con las reservas del derecho de tanteo, licencia y pago del landenio, consistente en la décima parte del precio.
Enrique Enríquez de Guzmán, por Escritura de 17 de junio de 1.585 ante el escribano de Baza D. Valentín Jiménez dio a perpetuidad y para siempre jamás, al concejo de vecinos moradores que entonces eran y en adelante fuesen de la citada Villa de Cortes para sí y sus sucesores todas las suertes, haciendas, casas, huertos morales, árboles frutales y tierra de riego y de secano labradas y por labrar, exceptuándose el Campocámara, Molino, Horno y Mesón, con dominio del Señor del dominio directo, árboles silvestres y campestres y cualquier salto de molino que se reservó para sí el referido Señor Don Enrique Enríquez de Guzmán, determinando que por la dación de los expresados bienes habían de pagarle anualmente un diezmo de todos los frutales que se llaman de pan, así como también de las semillas, hilazas, frutas y hortalizas, sin perjuicio del diezmo de la Iglesia.
Los vecinos no podían vender, ceder, etc. a persona prohibida por la ley, y de hacerlo sólo a persona lega, llana y vecina de la población con las reservas del derecho de tanteo, licencia y pago del landenio, consistente en la décima parte del precio.
Memorial del Pleito del Marqués de Aguilafuente por su Villa de Cortes, con el Concejo de la Villa de Quesada, sobre amparo de posesión de cierta parte de Campocámara, por los límites y mojones en la demanda del Marqués.
El 2 de enero de 1.622, Álvaro Gil de Quiñones, Alcaide Gobernador de la Villa de Cortes, dice haber tenido noticia de que Alguaciles de la Villa de Quesada, entraron en el Cortijo Gerónimo de Peralta, llamado “de Casablanca”, actual Cortijo del Entredicho, que está en Campocámara, jurisdicción de la Villa de Cortes y prendieron a sus labradores y les llevaron sus ganados, teniéndolos presos en la Villa de Quesada.
CONFLICTO POR LA BELLOTAS
CONFLICTO POR LA BELLOTAS, EN 1.622.Los pleitos de límites y amojonamiento dio lugar la conflicto de las bellotas, octubre de 1.622. Este curioso suceso fue protagonizado por los vecinos de Campocámara y los de Pozo Alcón (Jaén). Éstos acudían hasta los lugares donde abundaban las encinas a efectuar la recolección de bellotas. Notada su presencia por gentes de Campocámara, dieron las voz de alarma a las autoridades de la Villa de Cortes, pues según ellos, las gentes de Pozo Alcón estaban recogiendo bellotas en unos terrenos que pertenecían a los vecinos de Campocámara.
La reacción inmediata fue el 15 de octubre de 1.622 cuando se desarrolló un pleito en la Real Chancillería de Granada. El Gobernador de la Villa de Cortes le dijo a la justicia de Quesada que mandase pregonar en el lugar de Pozo Alcón que ninguna persona bareara, cogiese ni llevase bellotas de ese lugar.
Sin embargo, el Corregidor de la Villa de Quesada respondió diciendo que no hay lugar ni motivo para impedir a los habitantes de Pozo-Alcón que recogiesen bellotas del mencionado término, ya que esos terrenos pertenecen a la jurisdicción de la Villa de Quesada.
El Corregidor se basa en los límites reales, que son los establecidos por el Licenciado Francisco de Yepes en el Pleito entre la Ciudad de Úbeda y la de Baza.
La reacción inmediata fue el 15 de octubre de 1.622 cuando se desarrolló un pleito en la Real Chancillería de Granada. El Gobernador de la Villa de Cortes le dijo a la justicia de Quesada que mandase pregonar en el lugar de Pozo Alcón que ninguna persona bareara, cogiese ni llevase bellotas de ese lugar.
Sin embargo, el Corregidor de la Villa de Quesada respondió diciendo que no hay lugar ni motivo para impedir a los habitantes de Pozo-Alcón que recogiesen bellotas del mencionado término, ya que esos terrenos pertenecen a la jurisdicción de la Villa de Quesada.
El Corregidor se basa en los límites reales, que son los establecidos por el Licenciado Francisco de Yepes en el Pleito entre la Ciudad de Úbeda y la de Baza.
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El 26 de diciembre de 1.632, ante D. Diego Ruiz de Segovia se otorgó Escritura, ratificando la anterior, de resultas de un pleito entre el Marqués de Aguilafuente y la Citada Villa de Cortes.
Después de dos o tres discordias entre Cortes y los Duques de Abrantes (descendientes y herederos de Don Enrique Enríquez), terminadas por Sentencia de la Audiencia de Granada a favor de dichos Duques, es decir, reconociéndoles el derecho a cobrar los diezmos, se hizo entre dichos Sres. y los propietarios por separado con cada uno de ellos, una permuta de dichos diezmos por un censo enfiteútico que es el que rigió hasta que pasaron a manos de los Sres. Herederos de Don Andrés Pío Fernández.
Los límites actuales se fijan en 1.754
Después de dos o tres discordias entre Cortes y los Duques de Abrantes (descendientes y herederos de Don Enrique Enríquez), terminadas por Sentencia de la Audiencia de Granada a favor de dichos Duques, es decir, reconociéndoles el derecho a cobrar los diezmos, se hizo entre dichos Sres. y los propietarios por separado con cada uno de ellos, una permuta de dichos diezmos por un censo enfiteútico que es el que rigió hasta que pasaron a manos de los Sres. Herederos de Don Andrés Pío Fernández.
Los límites actuales se fijan en 1.754
A las acusaciones de la Villa de Cortes, responde el Corregidor de la Villa de Quesada el 16 de octubre de 1.622, que el lugar origen del conflicto pertenecía a la jurisdicción de Quesada y que los límites atravesaban Campocámara y no lo dejan a un lado. El límite iba desde la Peña de Quesada hasta unos pinos cercanos a la Peña de la Marcolla. La Villa de Quesada se basó en lo establecido por el Licenciado Francisco de Yepes en el pleito entre la Ciudad de Baza y la de Úbeda el 28 de Agosto de 1.495, tres años antes de la sentencia del Licenciado Diego López de Trujillo.
LA GRIPE ESPAÑOLA
LA GRIPE ESPAÑOLA
Granada fue una de las provincias españolas afectadas por aquella trágica epidemia que, en 1.918 y 1.919, alcanzó una gran mortalidad.
Aquella virulenta epidemia, que se conoció injustamente con al nombre de “la gripe española”, se dejó sentir de manera dramática entre la población granadina.
El panorama se hizo pavoroso, a pesar de que la autoridades habían tomado precauciones y suspendido toda clase de actividades públicas que permitieran la aglomeración de gente.
Se suspende corridas de toros en varios pueblos, las ferias de Huéscar y Cortes de Baza y hasta una manifestación de los remolacheros que querían protestar por el mal momento de sus negocios.
En Cortes de Baza, se clausuran las escuelas, se carece de medicamentos y como el vecindario está tan atemorizado, se ha pedido al Cura-Párroco que prohíba los toques de campana anunciando los entierros.
Granada fue una de las provincias españolas afectadas por aquella trágica epidemia que, en 1.918 y 1.919, alcanzó una gran mortalidad.
Aquella virulenta epidemia, que se conoció injustamente con al nombre de “la gripe española”, se dejó sentir de manera dramática entre la población granadina.
El panorama se hizo pavoroso, a pesar de que la autoridades habían tomado precauciones y suspendido toda clase de actividades públicas que permitieran la aglomeración de gente.
Se suspende corridas de toros en varios pueblos, las ferias de Huéscar y Cortes de Baza y hasta una manifestación de los remolacheros que querían protestar por el mal momento de sus negocios.
En Cortes de Baza, se clausuran las escuelas, se carece de medicamentos y como el vecindario está tan atemorizado, se ha pedido al Cura-Párroco que prohíba los toques de campana anunciando los entierros.